El agua, vital y para todos

El agua es el elemento básico para la vida y
es lo que se busca en otros planetas para encontrar justificar que los humanos
no estamos solos en este cosmos. El agua es básica y desconcertante pues es
necesaria para la vida pero, a la vez, es causa de muchas muertes. Es un afán incuestionable encontrar agua,
incluso en forma líquida, en la Luna, en los planetas del sistema solar nuestro
y en las galaxias.
Las grandes y pequeñas civilizaciones
antiguas se han instalado junto al agua, ya que es el elemento esencial e
imprescindible para la vida. La primitiva civilización asiática estuvo en
Mesopotamia, flanqueada por el Tigris y el Éufrates. La civilización africana
del Imperio faraónico egipcio estaba a lo largo del Nilo. Lo mismo puede
comprobarse con la civilización china o las poblaciones amazónicas. Y si no buscaban el agua dulce de los
ríos se instalan en las costas, a la orilla del mar.

La Tierra está
situada en el sistema solar de tal manera que si estuviese un
5 % —ocho millones de kilómetros— más cerca o más lejos del Sol no podría
albergar agua en estado líquido, solo vapor de agua o hielo. Casi el 70% del agua
dulce existente en el planeta Tierra está en los glaciares y mantos de hielo pero es
inaccesible. En cambio, los glaciares continentales son una parte importante de
los recursos hídricos de muchos países. Las aguas
superficiales en lagos, embalses, ríos y humedales suponen solamente el 0,3%
del agua dulce del planeta, sin embargo representan el 80% de las aguas dulces
renovables anualmente de allí su importancia.
Muchos de los países
reunidos en Evian en la XXIXª Conferencia del G-8 se marcaron 2015 como fecha límite para
conseguir el acceso universal al agua en mejores condiciones en todo el mundo.

Francisco en el Mensaje de este año escribe
que “La
situación ambiental, tanto a nivel global como en muchos lugares concretos, no
se puede considerar satisfactoria”. El Mensaje invita a prestar atención en el
cuidado de mares y océanos. Es conocido el invento de un “científico” que a sus
16 años quedó impactado cuando buceando, vio más plásticos que peces. Dice Greenpeace que son unos 8 millones de Tm anuales las
vertidas por el hombre.

El agua es tan básica en la vida natural de los humanos como
en la sobrenatural, de la que también participa el hombre. En el último día,
el más solemne de la fiesta, estaba allí Jesús y clamó: "Si alguno
tiene sed, venga a mí, y beba quien cree en mí. Como dice la Escritura,
brotarán de su seno ríos de agua viva". Dijo esto del Espíritu que
iban a recibir los que creyeran en él (Jn 7, 37-39). La
vida cristiana, el encuentro con Cristo, empieza con el agua bautismal con la
que Dios hace de las suyas. El agua es vital y por eso tan importante para el papa Francisco que clama por el uso racional del agua en su “encíclica verde” donde escribe: “El suelo, el agua,
las montañas, todo es caricia de Dios” (n.
84) y por eso dedica todo un apartado en el cap 1 para nuestra consideración:

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