viernes, 20 de abril de 2018

DÍA MUNDIAL DE LA VIDA

Pero defender la vida humana en todas las etapas de cada persona



La Plataforma «Sí a la Vida», apoyada por más de 500 asociaciones y entidades cívicas, convoca a la sociedad civil española, a celebrar juntos, un año más, el Día Internacional de la Vida, que se conmemora en todo el mundo cada 25 de marzo, fiesta litúrgica de la concepción (encarnación) de Jesucristo tras la anunciación del arcángel Gabriel a María de Nazaret.  Pero este año 2018 al caer en Semana Santa, se traslada al lunes de la segunda semana de Pascua aunque en Valencia, como ese día es la solemnidad del Patrono de la Comunitat Valenciana, sant Viçent Ferrer, se celebró el martes.

En su día el obispo de Little Rock, en Arkansas, Anthony B. Taylor (n. 1954), boicoteó la edición local de la Marcha por la Vida porque solamente claman contra el aborto y nunca jamás por otros atentados contra la vida como la pena de muerte.

Su postura está basada en la misma idea del Cardenal Joseph Bernardin (+1996 con 68 años), arzobispo de Chicago, quien equiparaba la muerte de niños no nacidos con otras formas de exclusión social. Ser verdaderamente pro-vida, escribió el entonces arzobispo de Chicago, en 1984, implica "unir la humanidad de los no nacidos con la humanidad de los hambrientos: llamar a la acción legal positiva para impedir el asesinato de los nonatos o los ancianos y a la acción social para dar cobijo a los sin techo y dar educación a los analfabetos".

Con el tema de la concepción han surgido, surgen y seguirán surgiendo discusiones pues hay razones fundadas para las dudas. El famoso y modélico teólogo medieval santo dominico Tomás de Aquino (+1274 con 49 años), como Aristóteles (+332 aC con 62 años), defendía la animación retardada del cuerpo concebido pues la “forma” –dice- no adviene si la “materia” no está predispuesta. Defendía que la animación del varón es a los 40 días (mes y medio) y la de la mujer a los 3 meses de la concepción (cf S. Th III (2º) y notas a la “Introd” A, qq 118-119, pp 1043-45). En otro lugar también dice el Aquinate: “El embrión, antes de tener alma racional, no es perfecto sino que va hacia la perfección” (De pot q3 a9 ad10).

A su vez san Anselmo (+1109 con 76 años), benedictino, obispo de Cantorbery decía que “no cabe en cabeza humana afirmar que el embrión esté dotado de alma racional desde el momento de la concepción”.

La tesis de la animación inmediata o casi inmediata es del cardenal Ceferino González en 1894.

El Código de Derecho Canónico de 1917 (CIC &747) y el de 1983 (CIC &871) mandan bautizar absolutamente (no sub conditione) el feto humano (no dice el embrión) sabiendo por la Ciencia que lo concebido no es feto hasta los 30 ó 40 días aunque algunos se empeñan el dar por sentado que feto y embrión son lo mismo. Pero la animación no es un problema científico sino teológico o metafísico pues lo espiritual (el alma) no es competencia de la Ciencia.

El primer apologista latino Minucio Félix (+260 dC), abogado argelino, llama parricidio al aborto en su obra Octavius de finales del siglo II: “Hay algunas mujeres que, bebiendo preparados médicos, extinguen los cimientos del hombre futuro en sus propias entrañas, y de esa forma cometen parricidio antes de parirlo” (Octavius XXXIII).

El apologeta cristiano Atenágoras de Atenas (+190 dC con 57 años) es igualmente tajante en su consideración sobre el aborto cuando escribió al Emperador Marco Aurelio: “Decimos a las mujeres que utilizan medicamentos para provocar un aborto que están cometiendo un asesinato, y que tendrán que dar cuentas a Dios por el aborto… contemplamos al feto que está en el vientre como un ser creado, y por lo tanto como un objeto al cuidado de Dios” (Atenágoras, En defensa de los cristianos, XXXV).

En la Epístola a Diogneto, escrita al final del siglo II, se lee que los cristianos “se casan como todos los demás hombres y engendran hijos; pero no se desembarazan de su descendencia” (Ep. a Diogneto V, 6). La descendencia puede referirse a fetos o a recién nacidos. En aquel tiempo ¿cuando se daban cuenta del embarazo?

Tertuliano de Cartago (+220 dC con 60 años) condena el aborto como homicidio y reconoce la identidad humana del no nacido: “Es un homicidio anticipado impedir el nacimiento; poco importa que se suprima el alma ya nacida o que se la haga desaparecer en el nacimiento. Es ya un hombre aquél que lo será.” (Apologeticum IX, 8).

En el siglo IV san Basilio (+379 con 49 años), llamado “el grande”, obispo de Cesarea, va incluso más allá al llamar asesinos no sólo a la mujer que aborta sino a quienes proporcionan lo necesario para abortar, lo cual sería perfectamente aplicable a quienes fabrican o prescriben la píldora abortiva: “Las mujeres que proporcionan medicinas para causar el aborto así como las que toman las pociones para destruir a los niños no nacidos, son asesinas” (San Basilio, ep 188, VIII).

San Jerónimo (+420 con 73 años), dice: “Algunas, al darse cuenta de que han quedado embarazadas por su pecado, toman medicinas para procurar el aborto, y cuando (como ocurre a menudo) mueren a la vez que su retoño, entran en el bajo mundo cargadas no sólo con la culpa de adulterio contra Cristo sino también con la del suicidio y del asesinato de niños” (San Jerónimo, Carta a Eustoquio).

Magisterio del aborto

La Iglesia conoce las discusiones actuales sobre el inicio de la vida del hombre, sobre la individualidad del ser humano y sobre la identidad de la persona. A ese propósito recuerda las enseñanzas contenidas en la Declaración sobre el aborto procurado: “Desde el momento en que el óvulo es fecundado, se inaugura una nueva vida que no es la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo. Jamás llegará a ser humano si no lo ha sido desde entonces”.

Cabe que alguno se pregunte: ¿cuando como un huevo frito o pasado por agua, me estoy comiendo un pollo o una gallina?

El Magisterio defiende que el fruto de la generación humana, desde el primer momento de su existencia, es decir, desde la constitución del cigoto, exige el respeto incondicionado y tratado como persona desde el instante de su concepción.

Cabe preguntar por qué no se les da DNI a los concebidos y no nacidos ya que son personas.

Por otro lado algunos científicos actuales dicen que no se debe abortar a partir de la semana 18 de gestación, otros que a partir de la 29. Para algunos esto no tiene que ver con el aborto, para otros tiene absolutamente que ver y así, por ejemplo, en el Estado de Nebraska de USA está prohibida esta práctica luego de la semana 20 del embarazo. En otros Estados o en otros países tener el tema sobre la mesa es lo habitual.

Para Kanwaljeet Anand, Director del Laboratorio de Neurobiología del Dolor del Centro de Salud de la Universidad de Tennessee en Memphis, afirmaba que "durante décadas, el asunto del dolor fetal ha sido cubierto por las implicaciones que tiene para el aborto". Los estudios de este científico muestran que los no nacidos sienten dolor entre las semanas 18 y 20 de gestación.

Stuart Derbyshire, psicólogo y experto en dolor fetal de la Universidad de Birmingham en el Reino Unido dice que "basar leyes en este tema es realmente irracional. El aborto no es una cuestión científica. Es un asunto moral y político. Tratar de hacer que la ciencia responda una pregunta moral es errado. Es una cobardía de los legisladores".

En su opinión, diversos estudios demuestran que los nervios que permiten experimentar el dolor no están desarrollados sino hasta la semana 26 de gestación, es decir cuando comienza el tercer trimestre. Pero "el dolor no es algo que simplemente resida en los tejidos nerviosos. Es una experiencia psicológica. Necesita coherencia", señala.

Mark Rosen, director de la sección de Anestesia Obstétrica de la Universidad de California, escribió una carta a los legisladores de Nebraska en la que señalaba que la evidencia argumentada para la nueva ley es muy débil. Para él los no nacidos experimentan dolor a partir de la semana 29 de gestación. "No hay información que sostenga las conclusiones de la legislatura de Nebraska. Este es un asunto controvertido porque los datos disponibles no permiten conclusiones absolutas. Desafortunadamente, hay muchos asuntos emocionales y políticos en juego aquí", indicaba.

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) al término de la 115ª Asamblea Plenaria, el 20 de abril de 2018, ratificó que la postura de ellos en el debate por el aborto es "una mirada amplia", pero siempre con la consigna "Vale Toda Vida" y expresó su deseo de que los argentinos puedan "defender hasta tal punto los derechos humanos, que no se los neguemos a los más débiles y vulnerables".


Estos obispos citan al papa Francisco en la exhortación apostólica Gaudete et exsultate, en la que afirma que "la defensa del inocente que no ha nacido, por ejemplo, debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo. Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte".

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