lunes, 5 de marzo de 2018

DEMASIADO MACHISMO

La huelga feminista del 8 de marzo


El 8 de este marzo es el Día Internacional de la mujer y está prevista una huelga feminista para reivindicar la brecha salarial y la precariedad laboral.

La Conferencia Episcopal Española (CEE) da su apoyo total a esas reivindicaciones. Se trata de apoyar lo civil pero se supone que aprendiendo para lo eclesial.

El papa Francisco prologando el libro de Mª Teresa Compte, titulado “Diez cosas que el papa Francisco propone a las mujeres”, escribe que le preocupa que siga existiendo cierta mentalidad machista en las sociedades avanzadas y en la propia Iglesia.

Es innegable que a día de hoy en el Vaticano hay una explotación generalizada de la mujer que allí solo son monjas con trabajos sin paga o sueldos muy bajos. Son tratadas como simples sirvientas para barrer, cocinar, servir la mesa a los cardenales, obispos y curas.

La mujer, pilar en la edificación de la Iglesia y de la sociedad en América Latina” es el tema escogido para la Asamblea Plenaria de la Comisión Pontificia para América Latina (CAL), que tiene lugar en el Vaticano del 6 al 9 de marzo de 2018 y les recibirá el papa Francisco.

En repetidas ocasiones viene recordando este imperdonable déficit femenino como, por ejemplo, hizo ante 60 obispos de Latinoamérica reunidos por el CELAM en la Nunciatura apostólica de Bogotá el jueves 7 de septiembre de 2017. Allí les dijo: “¡La esperanza en América Latina tiene un rostro femenino! (…) Sin las mujeres la Iglesia del continente perdería la fuerza de renacer continuamente. Hay una dimensión femenina de la salvación que pasa por María, por la Iglesia, por madres y abuelas”. De nuevo dijo lo mismo a los obispos de Perú en su viaje pastoral, el 21 de enero pasado en Lima.

La historia está llena de quienes han hecho lo que podían por vivir efectivamente la igualdad de varones y mujeres, liquidando en su vida el menor atisbo de machismo como hizo Jesús. Juan Pablo II escribía que “Es algo universalmente admitido ¾incluso por parte de quienes se ponen en actitud crítica ante el mensaje cristiano¾ que Cristo fue el promotor de la verdadera dignidad de la mujer y de la vocación correspondiente a esta dignidad. A veces esto provocaba estupor, sorpresa, incluso llegaba hasta el límite del escándalo; «se sorprendían» los mismos discípulos de Cristo”.

Es innegable que Dios creador cuenta con las mujeres también para su tarea redentora. Durante los 20 siglos de cristianismo no son much@s l@s sant@s que con hechos han promocionado a la mujer pero ha sido solo promoción social, nunca eclesial hasta ahora.

Jerónimo (+420 con 72 años) que en Roma contaba con un grupo numeroso de romanas en el Aventino para estudiar la Biblia. Bonifacio (+755 con 75 años), benedictino irlandés, evangelizador en el centro y norte de Europa, fue el primer monje que utilizó mujeres colaboradoras. 

Sor Rita Piccione, monja agustina, compuso el Via crucis del Viernes Santo de 2011 en el Coliseo. Era la 3ª mujer a la que un Papa le encargaba ese texto; en 1993 fue la benedictina Anna Mª Canopi y en 1995 fue la hermana Moinke de Vries de la comunidad suiza protestante de Grandchamp.

No estaba bien visto, desde san Pablo, que las mujeres escribieran pero siempre hubo “lanzadas”. Walburga (+779 con 69 años), benedictina, fue la primera mujer escritora de Inglaterra y Alemania. Clara de Asís (+1253 con 60 años), fue la 1ª mujer que redactaba una Regla. Hildegarda von Bingen (+1179 con 81 años) fue glosada 2 veces por Benedicto XVI en las catequesis de los miércoles y agradecía el papel precioso de las mujeres en la Iglesia, a la vez que citaba a Juan Pablo II en la Carta apostólica Mulieris dignitatem donde se subraya la importancia del genio femenino.

En esa Carta Juan Pablo II dejó escrito: Después del Concilio, Pablo VI expresó también el alcance de este «signo de los tiempos»; decía: «En el cristianismo, más que en cualquier otra religión, la mujer tiene desde los orígenes un estatuto especial de dignidad, del cual el Nuevo Testamento da testimonio en no pocos de sus importantes aspectos (...); es evidente que la mujer está llamada a formar parte de la estructura viva y operante del Cristianismo de un modo tan prominente que acaso no se hayan todavía puesto en evidencia todas sus virtualidades».

En muchas ocasiones Francisco se ha referido al escaso papel de las mujeres en la Iglesia, ya que no están solo para barrer y limpiar. Dice que sufre porque están para tareas de servidumbre y no de servicio.

Sor Carmen Ros
El pasado 23F de este 2018 ha ascendido a Subsecretaria de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, a Sor Carmen Ros, N.S.C., de las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación, hasta ahora Oficial del mismo Dicasterio. Sustituye a la Rvda Madre Nicla Spezzati.

Pero las mujeres no tienen cargos de responsabilidad decisoria eclesial. Así la Hermana Mary Melonee que es la primera rectora de una Universidad Pontificia, la Antonianum, y preside la Sociedad Italiana para la Investigación Teológica.
Bárbara Jatta es la Directora de los Museos Vaticanos. Recientemente se ha jubilado Mary Ann Glendon que trabajó en el Vaticano varias décadas, desde que contara con ella Juan Pablo II para la entonces recién estrenada Academia Pontificia de Ciencias sociales y desde junio de 2013 miembro del IOR.

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