martes, 27 de junio de 2017

ACERCA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Cada año, el viernes siguiente al domingo después de la Trinidad Beatísima y 2º después de Pentecostés, la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, vulgarmente conocida como “el corpus”, se celebra esta solemnidad litúrgica introducida por Clemente XIII en 1765 para celebrar el infinito amor de Dios a todos  los hombres, manifestado en Cristo Jesús. Es litúrgicamente un día equiparable a un domingo y la Liturgia de la Palabra de ese día se organiza al ritmo del ciclo A, B o C.

El corazón es humanamente signo universal de amor y de toda la persona a la que representa. Hablar del corazón de Jesús, el Dios hecho hombre, no es sentimentalismo, emoción y falta total de usar la mente. San Juan en su 1ª carta nos recuerda que “nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene”. “Él nos amó y nos envió a su Hijo”. Corresponder al amor de Dios no es acumular devociones y actos externos piadosos que no son la finalidad buscada, sino simplemente medios para llegar a tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús.

Como Dios es amor, dice san Juan que quien no ama, no conoce a Dios pues, como denuncia también ahora el papa Francisco, pues los hay y los ha habido que usan a Dios para odiar y matar.

Su madre María es Madre de Dios y de la Iglesia pero también discípula de Cristo, la primera, meditaba todas estas palabras en su corazón y nos las conservaba, guardándolas en su memoria, para que después, al enseñarlas, fuesen proclamadas en todas las naciones.

La fe no es algo irracional y por eso absurdo, sino que brota con fuerza interior el querer entender (hasta donde se pueda hoy y ahora) lo que se cree.

El título del libro Mente abierta, corazón creyente, que recoge las meditaciones de los ejercicios espirituales dirigidos por el papa Francisco cuando era arzobispo de Buenos Aires, subraya a la importancia del corazón que ha de funcionar sincronizado con la mente. Es una aberración monstruosa usar solo una de las dos potencias espirituales del ser humano. Es una verdad innegable que el corazón entiende cosas que no pilla la inteligencia.

Cleofás, uno de los dos discípulos a quienes se les apareció Jesús resucitado y les recriminó su “sordera” y “ceguera”: “Oh insensatos y duros de corazón”.

Rabano Mauro (+856 con 76 años) siendo abad benedictino de Fulda 20 años, fue nombrado obispo de Colonia, armonizó las artes, la inteligencia, el corazón y los sentidos, lo cual procedía de Oriente, y lo extendió por Occidente.

María Eugenia de Jesús
María Eugenia de Jesús (+1898 con 81 años) llegará a su conversión sedienta del Absoluto y abierta a lo transcendente. Las predicaciones de dos discípulos de Lamenais (Lacordaire y Combalot) le removieron el corazón y le ayudaron a encontrar a Cristo. Ingresó en las salesas para luego fundar las religiosas de la Asunción que se proponen –como los católicos liberales de entonces- transformar la sociedad desde el Evangelio y unificar todas las ciencias para el conocimiento y el amor de Jesucristo.

Benedicto XVI, en el ángelus del 26-XI-2006, solemnidad de Jesucristo rey del universo, decía: Él es Amor y Verdad, y tanto el amor como la verdad no se imponen nunca: tocan a la puerta del corazón y de la mente (…) Esta es la manera de reinar de Dios.

Y hablar del corazón de un ser humano es hacer referencia a sus virtudes, cualidades, pues no es lo mismo tener un gran corazón que tenerlo de piedra.

Francisco de Sales
Francisco de Sales (+1622 con 56 años), obispo de Ginebra, cofundador de las salesas, dejó escrito: "No nos enojemos (…) unos contra otros (…) es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo".

Ya Bernabé, uno de los doce apóstoles, es alabado por su talante por san Juan Crisóstomo, que dice de él que "En todo era excelente (…)  se atraía la simpatía de cuantos le trataban, y arrastraba y cautivaba los corazones".

Domingo de Guzmán (+1221 con 51 años), sacerdote fundador de los dominicos  reconocía que “la violencia es inútil para convencer (…) no se ganan los corazones por ir elegantemente vestidos, sino con la humildad”.

Thévenet
María de san Ignacio (Claudine) Thévenet, (+1837 con 63 años), fue fundadora de las Religiosas de Jesús-María. Cuando estalló la Revolución francesa tenía 15 años y al ejecutar a sus dos hermanos, matados por represalia en la caída de Lyon (1794) se le grabaron en el corazón sus últimas palabras: “Glady, perdona como nosotros perdonamos”.

Eladio (+632), fue administrador de las finanzas del rey godo (lo que hoy día es el Ministro de Hacienda) aunque no tenía el corazón en las riquezas y pompas mundanas. Luego descubrió su vocación, se hizo monje y más tarde siendo abad fue nombrado arzobispo de Toledo.

La historia de esta devoción al Sdo Corazón de Jesús tiene más de 800 años aunque nació acabado el primer milenio del cristianismo. Sus inicios se dieron con la mística alemana del tardo Medioevo Matilde Magdeburgo (+1282 con 75 años), seguida por Matilde de Hackenborn (+1299 con 58 años) y por Getrude de Helfta (+1302 con 36 años). Hermán José (+1230 con 80 años), monje premonstratense. Lutgarda (+1246 con 64 años), cisterciense, de Brabante.

Luego, siglos posteriores, son varios los santos que continuaron promoviendo el culto al Sagrado Corazón. Entre ellos san Buenaventura, san Alberto Magno, santa Gertrudis, santa Catalina de Siena, san Pedro Canisio y san Francisco de Sales. El autor del primer oficio litúrgico en honor del Sagrado Corazón de Jesús fue san Juan Eudes, y esta fiesta solemne se celebró por primera vez el 20 de octubre de 1672.

A medida que pasan los siglos, llama la atención la explosión de personas e instituciones que fomentan la devoción y el empeño de los últimos papas por darl@s a conocer con sus canonizaciones.

Las asociaciones del Sagrado Corazón, desde mediados del XVIII, subieron de 1.000 a 100.000. Unas 200 Congregaciones religiosas y varios Institutos seculares se han ido  fundando para extender su culto de mil formas. De modo sucinto se puede hacer un breve elenco histórico o cronológico de personas e instituciones dedicadas a esta devoción, muy humana, muy divina, recia y auténtica.

Pero se suele decir que el hito de esta celebración lo marcó santa Margarita María Alacoque (+1690 con 45 años), religiosa de la Orden de la Visitación (salesas), quien recibió varias revelaciones del mismo Jesús para que impulsara más esta devoción. Revelaciones que luego fueron difundidas por su consejero espiritual, el jesuita san Claudio de la Colombiere.

Convento de Paray-le-Monial
Difundió la devoción de los primeros viernes de mes al Sdo Corazón desde que Él mismo se lo pidiera en la aparición del 16 junio 1675 en el convento de Paray-le-Monial. Pío XI, al instituir la fiesta de Cristo Rey, determinó que cada año se renovara la consagración al Corazón de Jesús de toda la humanidad que él había hecho. En China en 2006 se construyeron 3 templos dedicados al Sdo Corazón de Jesús.

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