Celebrando el V
centenario de la reforma

El título del encuentro, “Lutero 500
años después. Una relectura de la reforma luterana en el contexto histórico
eclesial”, ha dado pie a manifestar una serie de datos históricos que han de
permitir entender mejor cuanto ha sucedido.
Los estudios históricos y su perspectiva permiten hoy
entender que la Reforma protestante no se explica solamente por motivos
teológicos aunque en un primer momento los del Vaticano de aquel entonces despreciaron
las noticias llegadas desde Germania y se mofaban diciendo. “bah, peleas de frailes”.
Y si bien existieron malentendidos en la raíz de la rotura, había sobre todo un
contexto histórico, político y económico, a lo que ya aludió el papa Wojtyla,
añadiendo que la división se produjo no sin culpa de ambas partes.


Ardura explica que la praxis concreta de las indulgencias fue
la chispa que hizo incendiar la pólvora. Hay modos de hacer que uno puede darse
cuenta después de tanto tiempo, que no están en consonancia con la realidad
espiritual. Y precisó que “aún hoy cuando se piden indulgencias a la
penitenciaría apostólica, está escrito en grandes letras: ‘esto es gratuito’, porque
la indulgencia es un don de Dios que no se compra. Y existieron modos de hacer
que eran muy contestables”.
Al
finalizar el Congreso, el papa Francisco recibió a los participantes y les/nos invitó a "discernir
y asumir todo lo positivo y legítimo que hubo en la Reforma, así como distanciarse de los errores,
exageraciones y fracasos, reconociendo los pecados que llevaron a la división".
La idea ya fue muchas veces expresada anteriormente por el papa polaco aunque
parezca que lo decía pero no se le acababa de entender del todo.
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P. Bernat Ardura saludando a Francisco |
Como
copiando al papa Juan Pablo II, ha aprovechado la ocasión para decirles/nos: «Profundizar seriamente sobre la figura
de Lutero y su crítica contra la Iglesia de su tiempo y el papado contribuye ciertamente a
superar ese clima de mutua desconfianza y rivalidad, que caracterizó, durante
demasiado tiempo en el pasado, las relaciones entre católicos y protestantes. El
estudio atento y riguroso, libre de prejuicios y de polémicas ideológicas,
permite a las Iglesias, hoy en diálogo, discernir y asumir todo lo positivo y
legítimo que hubo en la Reforma, así como distanciarse de los errores,
exageraciones y fracasos, reconociendo
los pecados que llevaron a la división».

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