lunes, 27 de febrero de 2017

EL DINERO, NECESARIO

Su uso hace mucho bien pero puede abusarse



Este 1 de marzo es el inicio de la Cuaresma que, como cada año, empieza con el “miércoles de ceniza” y dura hasta el domingo de ramos.

Cada año el obispo de Roma correspondiente escribe un mensaje para toda la Iglesia universal y para este 2017 el papa Francisco nos dice lo siguiente: «La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte. Y en este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión.
El dinero puede someternos, a nosotros y a todo el mundo, a una lógica egoísta que no deja lugar al amor e impide la paz. El fruto del apego al dinero es una especie de ceguera: el rico no ve al pobre hambriento, llagado y postrado en su humillación.
Que el Espíritu Santo nos guíe a realizar un verdadero camino de conversión, para (...) ser purificados del pecado que nos ciega y servir a Cristo presente en los hermanos necesitados».

Desde el primer momento de su pontificado el papa argentino ha manifestado su deseo de ver una Iglesia pobre para los pobres. En estas últimas décadas, tras las reformas que el Espíritu Santo pidió a través del Concilio Vaticano II, se habla mucho de la opción preferencial por los pobres. Es fácil malinterpretarlo si se hace al margen del Evangelio. El dinero es, como tantas otras cosas (sexo, poder, etc.), algo bueno y necesario pero puede revolverse contra uno mismo y contra los demás. Por 20 monedas de plata Judas traicionó a Jesús y además –dice su compañero san Juan- robaba de la bolsa común; así que el grupo de los de Jesús, algún centimillo ya tendrían pues sino no hacía falta bolsa.

Decía Jesús para todos. “no podéis servir a Dios y a las riquezas (…) Por todas esas cosas se afanan los paganos. Bien sabe vuestro Padre Celestial que de todo eso estáis necesitados” (Mt 6, 24-34). Que sepa lo que necesitamos no quita que respete con infinita delicadeza nuestra libertad y responsabilidad para hacer las cosas. Dios ve que nuestros cabellos se caen pero no es Él quien los arranca y lo evita. Lo de la Providencia divina no es fácil de respetar pues muchas veces cuesta entenderlo. Él sabe que necesitamos el dinero pero no nos lo meterá en un bolsillo pero Él, que es Dios hecho hombre sin dejar de ser Dios, eterno y todopoderoso, sin embargo nace en un establo, no en un palacio. Tiene que huir a Egipto y lo hace en brazos de su madre que iría montada en un borriquillo, no en un lexus o en un bmw de la gama alta.

san Máximo
El hoy papa emérito Benedicto XVI decía en una de aquellas catequesis de los miércoles, recorriendo el santoral cronológicamente: «Quisiera citar (…) al gran doctor griego de la Iglesia, san Máximo el Confesor († 662), el cual exhorta: «Quien ama a Dios no puede guardar para sí el dinero, sino que lo reparte ‘‘según Dios'' [...], a imitación de Dios, sin discriminación alguna» (…) amar a Dios requiere la libertad interior respecto a todo lo que se posee y todas las cosas materiales…».

Francisco, para ir poniendo patas a la reforma de la Iglesia que se le ha encomendado, decía ante el colegio cardenalicio, al que, como cada año, todos los papas saludan y felicitan en navidades: "El cardenal entra en la Iglesia de Roma. No entra en una Corte (…) ayudémonos unos a otros a evitar hábitos y comportamientos cortesanos.

Ya decía algo parecido muchos siglos antes san Bernardo de Claraval: “Me pasmo de que algunos abades -se refiere a los de su Orden, el Císter, de reciente creación y él era abad- (...) porque seáis prelados… no dejáis de ser monjes (...) ¿con cuánto oro te parece que pretenderían conseguir el ser llamados obispos? (…) ¿Qué hacéis? (…) Ruego que me sufráis un poco y me soportéis... san Pedro de quien no se sabe que saliese jamás adornado de piedras o de sedas, ni cubierto de oro, ni llevado en blanco caballo, ni acompañado de tropa, ni cercado de ruidoso séquito de ministros...

El apóstol Santiago, en la carta suya que hay en el Nuevo Testamento, escribe muy duro contra los ricos pero ser rico no es malo, lo malo es abusar de lo que uno tenga; estar cegado y atrapado por el egoísmo.

san Estanislao de Jesús y María
Una de los recientes audiencias del papa Francisco en su casa (el 18F) ha sido a los sacerdotes marianos de la Congregación de la Inmaculada, pidiéndoles  evangelizar no con la pobreza psicológica sino con la de Jesús. Fueron fundados por Estanislao de Jesús y María, canonizado el pasado año 2016.

Nunca se debe bajar la guardia también en este caso del dinero, de la pobreza, la de espíritu, no de bolsillo, que es de la que también habla Jesús.

En la encíclica Evangelii gaudium del papa Francisco se lee: “No puede ser que no sea noticia que muera de frío un anciano en situación de la calle y que sí lo sea la caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión (…) La cultura del bienestar nos anestesia (…) vidas truncadas por falta de posibilidades nos parecen un espectáculo que de ninguna manera nos altera”.

Ya el profeta Amós, muchos siglos antes de Cristo, clamaba: “ay de aquellos que se sienten seguros, sibaritas, acostados en camas de marfil, con los mejores aceites se ungen”. Era aldeano del sur, pastor y recolector de higos, enviado al reino del norte cuyo bienestar material disfrutaban los ricos y poderosos, mientras los pobres y desvalidos eran oprimidos cada vez más.

Su doctrina se vio actualizada enfatizando la justicia social que él predicaba, aplicando sus propuestas a las circunstancias del siglo XX en los pueblos en vías de desarrollo latinoamericanos y africanos.

III Encuentro mundial
Así nació la Teología de la Liberación (TL) y las Comunidades cristianas de base (CCB) que del 16 al 19 de febrero de 2017, han realizado el I Encuentro Regional de Movimientos Populares de los Estados Unidos, en el Instituto católico de Modesto (California), cuando la 3ª edición mundial había tenido lugar en Roma en XI-2016.
Este Encuentro quiere expresar su voluntad de estar en sintonía con el papa Francisco que quiere una Iglesia cercana a los hombres: "no miren hacia otro lado, cuando de los más débiles se trata o cuando nos cruzamos con las víctimas del "estafa moral" del hipócrita sistema mundial del "dios dinero". "Los heridos están ahí, son una realidad", se queja el Papa.

La TL desató en su día bastante revuelo por los entusiastas a favor de ella y por los “cenizos” que están siempre condenando lo que a los otros se les ocurre, dicen o piensan. Ojos como platos se les quedaron a no pocos cuando en la década de los ochenta, en tiempos de Juan Pablo II, la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), presidida entonces por el cardenal Ratzinger, publicó Libertatis nuntius (1984) y Libertatis conscientia (1986), dos documentos que no eran del talante de antaño, inquisidor, condenatorio, anatematizante… sino que, al revés, por eso se les pusieron los ojos como platos.

Esos documentos contaban la verdad verdadera de la auténtica liberación, obra de Jesús Redentor y esencia de cada bautizado y de todo el Pueblo de Dios. Libertatis nuntius empieza así: “El Evangelio de Jesucristo es un mensaje de libertad y una fuerza de liberación. En los últimos años esta verdad esencial ha sido objeto de reflexión por parte de los teólogos, con una nueva atención rica de promesas”.

A su vez Juan Pablo II, escribió por entonces una carta al episcopado brasileño (9-IV-1986) en la que se lee: "La teología de la liberación es, no sólo oportuna, sino útil y necesaria".

Con el dinero se puede hacer mucho bien a los demás. Y hacer el bien no es gratis, cuesta un pastón, y por eso el verdadero cristianismo no desecha, no margina ni abandona a los económicamente solventes que son quienes ponen sus dineros para las tareas sociales. Cada hospital, cada escuela, cada asilo, etc. tiene su coste, fácil de calcular. Nunca los cristianos han dejado de ayudar a los necesitados y nunca ha faltado el dinero, aunque las cosas no se hacen por que se tenga el dinero, pero siempre llega.

"El escándalo es (...) la doble vida: yo soy muy católico, yo voy siempre a Misa, pertenezco a esta asociación y a esta otra; pero mi vida no es cristiana, no pago lo justo a mis empleados, exploto a la gente, soy sucio en los negocios, hago blanqueo de dinero... doble vida. Y tantos católicos son así. Y escandalizan", así se expresaba el papa Francisco en la homilía matutina en santa Marta el jueves 23F. Si hay católicos malos, también los hay buenos, ¿al 50%?

En noviembre de 2009 comenté tres cosas sobre el capitalismo: ¿es malo ganar dinero?, ¿todo vale? y no todo es ganar dinero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario