miércoles, 6 de enero de 2016

LA FIESTA DE LOS REYES MAGOS

DUDAS EN EL BELÉN


Cuando los magos de Oriente están en Jerusalén pidiendo información, el rey Herodes les hace unas preguntas para informarse cuidadosamente (cf Mt 2, 7). ¡Cuántas necesito yo hacerles! Necesito una larga entrevista porque tengo interés e ilusión en conocer todo sobre ellos.

Vaya revuelo con que en alguna cabalgata no vayan 3 reyes sino por lo menos una reina. ¿Qué cómo se les ocurre cambiar así las cosas “de siempre”? pues sencillamente porque en las cosas de la religión, como en las demás ciencias, hay muchos misterios, muchas dudas, muchas preguntas que por ahora no tienen respuesta o tienen varias; ¡viva el pluralismo de las cosas que es propiedad recibida de Dios creador!

A parte de si había alguna reina, no cabe duda que decir que son tres es una opinión de antaño porque son tres los regalos que ofrecen (oro, incienso y mirra) y porque entonces no conocían más que tres continentes en el planeta (Europa, Asia y África) y desconocían América y Oceanía. Si antes eran tres, hoy podrían ser incluso 6 reyes/reinas pues al papa Wojtyla le gustaba reconocer que América son dos continentes ya que el norte y el sur son muy distintos.

¿No cabe preguntarse por la ocurrencia de que sean 3 ó 6 cuando el profeta Isaías habla de una multitud de camellos y dromedarios (Is 60, 1-22)? Tres no son, no han sido ni lo serán nunca (creo) una multitud.

Otro punto opinable es el del origen de esos magos pues el evangelista Mateo dice que ellos mismos se presentan en Jerusalén diciendo que vienen de Oriente pero Isaías dice que vienen de Madian y Efá que están en la península arábiga, o sea, al sur, y unas líneas más adelante el profeta dice que vienen todos de Sabá que es conocida región etíope (más al sur todavía) de donde era la reina que visitó a Salomón y de donde era la reina Candace que visitará Jerusalén después que Cristo se ha ido de este mundo con su Ascensión al cielo y el diácono Felipe charla con su eunuco y superintendente del tesoro en el camino de regreso hacia el sur de Jerusalén (Act 8, 26-40).


De esa procedencia habla también el salmo 71 pues dice que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones; (…) que le traigan el oro de Saba. Así que cabe preguntarse ¿en qué quedamos? ¿Vienen de Madián, de Sabá o de Tarsis (en la provincia hispana de Huelva)?

Está claro que el Niño es el Redentor universal y en los magos venidos de Oriente están representados todos los pueblos del planeta. Lo profetiza el Ps 71: que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan (…) que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

También el salmo 95 dice lo mismo de la catolicidad o universalidad del nacimiento de Jesús en Belén de Judea: Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones;

Lo confirma, en otros muchos testimonios, el papa san León I magno, del siglo V, quien en su homilía de un 6 de enero decía: "La misericordiosa providencia de Dios (...) determinó de antemano la salvación de todos los pueblos en Cristo (…) Que todas las naciones, en la persona de los tres Magos, adoren al Autor del universo, y que Dios sea conocido, no ya sólo en Judea, sino también en el mundo entero".

Sobre esto ha hablado el papa Francisco en la homilía de hoy en la basílica de san Pedro recordando que los magos son testimonio de que en todos lados hay al menos semillas de la Verdad. Esa idea tan divina y recuperada en el Concilio Vaticano II ya que había sido enterrada durante muchos siglos y es la clave de la tarea evangelizadora que tiene encomendada la Iglesia por ese Niño nacido en Belén.

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