jueves, 17 de noviembre de 2011

ENCUENTROS INTER RELIGIOSOS (2)

Cumbre de Asís 2011


La Cumbre de Asís fue promovida hace 25 años por Juan Pablo II como un espacio de encuentro entre las diferentes religiones del mundo. Este vez Benedicto XVI decidió abrirla a cuatro pensadores no creyentes provenientes de Italia, Bulgaria, Austria y México.

En esa Jornada de reflexión, oración y diálogo, titulada "Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz", con representantes de distintas religiones en Asís, Benedicto XVI exhortó a todos a trabajar por la paz y combatir la violencia y el terrorismo.

Entre los líderes religiosos que intervinieron en el encuentro estaban Bartolomé I, Arzobispo ortodoxo de Constantinopla; el arzobispo de Canterbury y Primado de la Comunión Anglicana, Rowan Douglas Williams; el secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias, Olav Fykse Tveit; el rabino del Gran Rabinato de Israel, David Rosen; el representante de la hinduistas, Acharya Shri Shrivatsa Goswami; y el Secretario general de la Conferencia Internacional de las Escuelas Islámicas, Kyai Haji Hasyim Muzadi.

Benedicto XVI señaló que aunque actualmente "no haya a la vista amenazas de una gran guerra, el mundo está desafortunadamente lleno de discordia… la violencia en cuanto tal siempre está potencialmente presente, y caracteriza la condición de nuestro mundo".

Explicó luego que existen dos formas de violencia. La primera de ellas es el terrorismo, que "es a menudo motivado religiosamente y… sirve como justificación para una crueldad despiadada, que cree poder relegar las normas del derecho en razón del 'bien' pretendido".

Admitió que "también en nombre de la fe cristiana se ha recurrido a la violencia en la historia. Lo reconocemos llenos de vergüenza" pero precisó luego que "es absolutamente claro que éste ha sido un uso abusivo de la fe cristiana". Por ello, dijo, "es tarea de todos los que tienen alguna responsabilidad de la fe cristiana el purificar constantemente la religión de los cristianos… para que –no obstante la debilidad del hombre– sea realmente instrumento de la paz de Dios en el mundo".

Un segundo tipo de violencia -explicó luego Benedicto XVI- nace como "consecuencia de la ausencia de Dios, de su negación, que va a la par con la pérdida de humanidad. El 'no' a Dios ha producido una crueldad y una violencia sin medida, que ha sido posible sólo porque el hombre ya no reconocía norma alguna ni juez alguno por encima de sí, sino que tomaba como norma solamente a sí mismo. Los horrores de los campos de concentración muestran con toda claridad las consecuencias de la ausencia de Dios".

El Papa Ratzinger se refirió también “a quienes, por no haber recibido el don de creer, buscan honestamente la verdad y cuestionan a ateos y creyentes... Estas personas buscan la verdad, buscan al verdadero Dios, cuya imagen en las religiones, por el modo en que muchas veces se practican, queda frecuentemente oculta". Esta búsqueda es "también una llamada a los creyentes a purificar su propia fe, para que Dios –el verdadero Dios– se haga accesible".

"Por eso he invitado de propósito a representantes de este tercer grupo a nuestro encuentro en Asís, que no sólo reúne representantes de instituciones religiosas. Se trata más bien del estar juntos en camino hacia la verdad, del compromiso decidido por la dignidad del hombre y de hacerse cargo en común de la causa de la paz, contra toda especie de violencia destructora del derecho".

Uno de esos (cuatro) invitados era Guillermo Hurtado Pérez, declarado agnóstico y director del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien afirma que el diálogo entre fe y razón "es una aventura", al destacar la importancia de la jornada por la paz en Asís.

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