miércoles, 8 de septiembre de 2010

EL DIOS DE HAWKING

¿Dios existe o no?
Un testimonio medieval
Testimonios actuales
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"The Grand Design”, el último libro del famosísimo científico Stephen Hawking no dejará indiferente a nadie y no pocos aprovecharán la ocasión para arrimar el ascua a su sardina.

Stephen William Hawking, nacido en Oxford el 8 de enero de 1942, es físico, cosmólogo y divulgador científico, miembro de la Real Sociedad de Londres, de la Academia Pontificia de las Ciencias y de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Fue titular de Lucasian Chair of Mathematics de la Universidad de Cambridge hasta su jubilación en 2009. Ha sido honrado con doce doctorados honoris causa y galardonado con la Orden del Imperio Británico (grado BCE) en 1982, con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1989 y con la Medalla Copley en 2006.

¿Dios existe o no?

Me apunto a la opinión del jesuita Guy Consolmagno, astrónomo del Observatorio del Vaticano, quien, en Catholic News Agency, explica que las condiciones previas del universo en despliegue y sus operaciones no pueden ser una forma de "nada", como Hawking considera, sino condiciones creadas por Dios para el ordenamiento del mundo. Dios es la razón por la cual el espacio y el tiempo y las leyes de la naturaleza confluyen en las fuerzas de operación de las que habla Stephen Hawking".


Para Consolmagno, el desprecio de Hawking hacia Dios se basa en su denominación errónea de las leyes físicas como "nada", y en su falta de comprensión de la noción de trascendencia de Dios. Pero Hawking realmente ha descartado un tipo de "dios" en el que los cristianos no creen. 

El “dios” en el que Stephen Hawking no cree, es el mismo en el que yo no creo, dice el P. Guy. Dios no es sólo otra fuerza en el universo, junto con la gravedad o la electricidad. Dios no es una fuerza a ser invocada para llenar los vacíos de nuestro conocimiento (...) Dios es la razón por la cual la existencia misma existe".

Para el Padre Spitzer, Hawking admite este profundo misterio en el mismo momento en que trata de desestimarlo. "En mi opinión, el Dr. Hawking no ha demostrado aún que esta realidad no sea necesaria. De hecho, lo implica al considerar la existencia de un inicio en su afirmación sobre el universo que proviene de la nada", concluye Spitzer.

Un testimonio medieval

En tiempos pasados ya se planteaban estas mismas cuestiones. Es curioso hoy día ver que Tomás de Aquino, filósofo realista, no se casaba con nadie, era libre, independiente, profundo, honrado y demás calificativos que quieran añadirse, y sin embargo decía algo parecido a Hawking porque la existencia de Dios no es una evidencia evidente para el hombre. Quien afirme que es una evidencia aplastante, apabullante, inapelable, etc., estará negando la libertad del hombre y por tanto su racionalidad.

Tomás de Aquino, en S. Th., I, q 44-74 sobre Dios creador, afirma que “parece que nada impide que algunos seres no hayan sido creados por Dios aunque contra esta afirmación está lo que dice san Pablo: de Él, por Él y en Él existe todo (cf Rom 11, 36).

También añade (I, q 2, a 1) que aunque Dios es evidente por sí mismo, contra lo que decían algunos como san Juan Damasceno, Dios no es evidente para nosotros, por eso no es evidente, con evidencia directa e inapelable, el creer que las cosas existen por ser creadas por Dios. Y al Damasceno se considera el Aquinate de Oriente. El respeto por los ateos y materialistas era para el Aquinate algo real y verdadero ya que considera igualmente respetable creer que la materia es eterna y se basta por sí misma como su contrario: ha sido creada. .

Saber que todo hombre quiere ser feliz –dice el fraile dominico- no es exactamente conocer que Dios existe. Suponiendo que alguien entienda el significado de la palabra Dios, que no son todos, no se sigue que entienda que lo que significa se dé en la realidad sino sólo en la comprensión del entendimiento. En esto arremetía contra san Anselmo. Tampoco se puede decir que exista en la realidad a no ser que se presuponga que en la realidad hay algo tal que no puede pensarse algo mayor que ello. Y esto no es aceptado por los que sostienen que Dios no existe.

La existencia de Dios no es un artículo de fe sino un preámbulo a ella. La fe presupone el conocimiento natural como la gracia presupone la naturaleza y la existencia de Dios, aun cuando por sí misma no se nos presenta como evidente, en cambio sí es demostrable por los efectos con que nos encontramos (Ibid, a 2).

Por lo que significa el nombre de Dios, todos deducimos que no puede existir el mal. Pero como es evidente que el mal existe, luego Dios no existe. Pero Tomás de Aquino, como cristiano y por tanto con fe, admite lo que decía san Agustín: Dios por ser omnipotente puede permitir el mal para sacar de él un bien (Ibid a 3).

Testimonios actuales

Niegan credibilidad a la tesis de Hawking más de treinta científicos, en la reciente serie de documentales "El Origen del Hombre". Entre ellos, figuran los premios nobel Christian De Duve y Werner Arber. Algunos son creyentes -judíos, católicos o protestantes- y otros no. "El Origen del Hombre" investiga el desarrollo del Universo desde el "Big Bang" hasta los primates, los homínidos, y el triunfo del "Homo Sapiens". Responde a las preguntas ¿cómo nació el universo? ¿surgimos por azar?, ¿hubo una inteligencia que guió la evolución?


La serie, afirma la productora, "pone al desnudo la explotación ideológica de la ciencia, y en particular del darwinismo. Darwin fue manipulado a favor del racismo, tanto por parte del marxismo como en la Alemania nazi y en Estados Unidos. La Iglesia católica, por su parte, no condenó a Darwin. La evolución podría haberse dado dentro de la creación".

El premio nobel Christian de Duve afirma que la teoría de que el mundo es eterno, inventada por Fred Hoyl, demostró ser falsa y tuvo razón su maestro Lemaitre al descubrir la teoría del "Big Bang", la explosión que dio origen al universo.

El profesor belga Michel Ghins cree que la teoría de "los universos múltiples" fue ideada para escapar a la hipótesis de que Dios creó nuestro mundo. Pero esto no es una escapatoria porque "es imaginable que Dios Todopoderoso crease esta profusión de múltiples universos".

Para el profesor italiano Evandro Agazzi, el azar no explica la existencia del mundo. Los que creen explicarlo todo a partir de alguna ciencia positiva caen en una "actitud reduccionista anticientífica".

El profesor de Boston Thomas Glick cree que estos fundamentalistas del materialismo se fabrican una especie de religión o metafísica, "pero nadie confunde esto con ciencia".

Para el profesor Arana, de la Universidad de Sevilla "nunca hubo oposición entre fe y razón. Pero siempre hubo oposición entre dos ‘fes': la fe cientista, por decirlo así, y la fe religiosa".

El premio nobel suizo Werner Arber afirma que "Yo puedo leer en el Génesis, al comienzo del Antiguo Testamento, que el mundo fue creado en varios periodos, y para mí, esos varios periodos son precisamente evolución".

El investigador holandés Cees Dekker opina que "el método de la ciencia por sí mismo no es cristiano ni es ateo. Ciencia y religión no están en conflicto. Y la ciencia en sí misma encaja muy bien con la visión cristiana del mundo".

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