sábado, 14 de noviembre de 2009

¿ALIANZA DE CIVILIZACIONES?

Alianza con los budistas
Alianza con el mundo islámico
Obstáculos para la alianza
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El interés del concilio Vaticano II para abrirse al diálogo con el mundo y por tanto también con las religiones no cristianas lo ha tenido muy en cuenta Benedicto XVI. Ya en los primeros meses de su pontificado, el 26 de octubre de 2005, escribió una carta con ocasión del 40º aniversario de la declaración conciliar Nostra aetate. El texto dice que se “inaugura una nueva era” y recoge “la necesidad de superar los prejuicios, las incomprensiones, la indiferencia y el lenguaje de hostilidad y desprecio del pasado (...) para una comprensión, un respeto mutuo y una cooperación mayores y, a menudo, para una amistad entre católicos y judíos”.

Vamos a conocer a los demás sin descuidar conocernos a nosotros mismos para quitarnos la viga de nuestro ojo antes de querer quitar la paja del ajeno.

Alianza con los budistas

Los budistas en el mundo son unos 360 millones, de los cuales 354 viven en Asia. Con motivo de su fiesta de Vesakh, en mayo de 2006, Benedicto XVI escribió una carta-mensaje a todos los budistas del mundo y a los católicos. Según una de las tradiciones, la
therevada, en ese año se celebraba el 14 de mayo, y en ella decía: «Alentaría a los seguidores de ambas religiones a trabajar juntos para construir relaciones basadas en el amor y en la verdad, para promover el recíproco respeto, para avanzar en el diálogo y en la colaboración al servicio de los necesitados».


El mensaje explica a los budistas uno de los conceptos centrales de la encíclica Deus caritas est donde Benedicto XVI habla del «ágape», el amor desinteresado, y constata que para los cristianos el ejemplo por antonomasia de este amor está encarnado en Cristo, cuando muere en la cruz para salvar a todos los hombres.

La carta también constata que los budistas a su vez aluden con la palabra «metta» al «amor desprendido del deseo de posesión, orientado a ayudar a los demás», «un amor que está dispuesto a sacrificar los propios intereses en bien de la humanidad».

En junio de 2007, el papa Ratzinger escribió una carta al venerable Kahjun Handa, jefe supremo de la denominación budista
Tendai, y, con ocasión del XX aniversario del Encuentro de oración en el monte Hiei, en Kyoto, que inauguró su antecesor Etai Yamada después de participar en la memorable "Jornada de oración por la paz" en Asís el 27 de octubre de 1986. En ella dice: “El clamor del mundo por la paz, repetido por familias y comunidades en todo el mundo, es a la vez una súplica a Dios y un llamamiento a todos los hermanos y hermanas de nuestra familia humana”.

La escuela budista
Tendai (t’ien t’ai) toma su nombre del monte al sudeste chino en donde se fundó el primer monasterio. Surgió en el siglo XIII y perdura sobre todo en Japón. Esta doctrina promovió el sincretismo entre el budismo y es sintoísmo, acumuló riquezas y poder político, y los monjes armados (sohei) y los hermanos laicos del monte Hiei, sobre todo al final del período caótico Heian, bajaban de los monasterios a amenazar a los nuevos gobernantes o al menos a intimidarlos. Los cismas del Tendai dieron lugar a feudos armados. En su pluralismo doctrinal surgieron nuevas sectas como el Zen japonés o el budismo de la Tierra Pura. En 1571, el unificador del Japón, Oda Nobunaga, los atacó y arrasó, masacrando a los monjes y a los habitantes del lugar. Acabado su poder político, el Tendai perdura como rama importante japonesa y tiene unos 5 millones de adeptos.

En el siglo XX, los
kamikazes japoneses que se sacrificaron en Pearl Harbor, y provocaron la entrada de Estados Unidos en la guerra, eran pilotos suicidas voluntarios. Gozaban de privilegios muy superiores a los ciudadanos japoneses. Si se echaban atrás, eran fusilados por traidores. Antes de partir hacia su acción suicida hacían una reverencia en dirección a Tokio donde residía el emperador, entonces tenido por la divinidad encarnada. La inmolación por una idea, por una patria o por una religión, no es fenómeno nuevo ni exclusivo; en todas las civilizaciones o religiones ha habido “mártires”.


Alianza con el mundo islámico


Con el mundo islámico también puede proponerse  una alianza para colaboración mutua y quizá sea como más urgente en la práctica pues en Occidente viven muchos más millones de musulmanes que budistas. Pero por mentalidad será más complicado aunque no hay que tirar la toalla.


Benedicto XVI, en su viaje apostólico a Turquía en otoño de 2006 dijo: “Aquí hago mías las palabras de mi inmediato predecesor, el Papa Juan Pablo II, de venerada memoria, el cual dijo, durante su visita en 1979: «Me pregunto si no será urgente, precisamente hoy en que los cristianos y musulmanes han entrado en un nuevo período de la historia, reconocer y desarrollar los vínculos espirituales que nos unen, a fin de defender y promover juntos la justicia social, los valores morales, la paz y la libertad»".

Para hacer alianzas y ponerse de acuerdo, para desarrollar vínculos, lo primero es conocerse y luego quererse. Los cristianos, orgullosos de ser en la fe hijos de Abraham, hemos de recordar lo que dice la Biblia de los hijos de Ismael: "Dijo Saray a Abram: «Mira, Yahveh me ha hecho estéril. Llégate, pues, te ruego, a mi esclava (...) Se llegó, pues, él a Agar, la cual concibió.
      Pero luego, al verse ella encinta, miraba a su señora con desprecio. Dijo entonces Saray a Abram: «Mi agravio recaiga sobre ti. Yo puse mi esclava en tu seno, pero al verse ella encinta me mira con desprecio. Juzgue Yahveh entre nosotros dos». Respondió Abram a Saray: «Ahí tienes a tu esclava en tus manos. Haz con ella como mejor te parezca». A Saray le dio por maltratarla y ella huyó de su presencia.

La encontró el Ángel de Yahveh junto a una fuente de agua en el desierto -la fuente que hay en el camino del sur- y dijo:  «Multiplicaré de tal modo tu descendencia, que por su gran multitud no podrá contarse». «Mira que has concebido, y darás a luz un hijo, al que llamarás Ismael, porque Yahveh ha oído tu aflicción. Será un onagro humano. Su mano contra todos, y la mano de todos contra él; y enfrente de todos sus hermanos plantará su tienda».
      (…) Y dijo Abraham a Dios: «¡Si al menos Ismael viviera en tu presencia!» Respondió Dios: «(…) En cuanto a Ismael, también te he escuchado: He aquí que le bendigo, le hago fecundo y le haré crecer sobremanera. Doce príncipes engendrará, y haré de él un gran pueblo. Pero mi alianza la estableceré con Isaac, el que Saray te dará a luz el año que viene por este tiempo»".


Obstáculos para la alianza

El drama humano es que en cada generación puede haber un Caín que, por envidia, asesine a su hermano Abel, o una Saray que, también por envidia, maltrate a Agar. Además en la cultura musulmana está la
yihad, la guerra santa, que ha vuelto a llegar a Europa  pero ahora la perpetran ciudadanos europeos, islamistas que han nacido ahí, que trabajan ahí pero se revelan de forma cada vez más violenta contra la sociedad secular en nombre de su identidad religiosa y se aferran a sus tradiciones aborreciendo la modernidad europea, que encuentran perniciosa.

Pero sobre la “guerra santa”, el cristiano –sólo en los salmos- encuentra 54 textos con referencias directas a la violencia. Para no cansar, no hay que ser exhaustivo y por eso recojo sólo ocho:
      1. “Los quebrarás con un cetro de hierro, los destrozarás como a un vaso de arcilla" (Ps 2).
      2. “Si no se convierten, afilará la espada, tenderá su arco y apuntará; preparará sus armas mortíferas, dispondrá sus flechas incendiarias” (Ps 7).
      3. “El Señor (…) adiestra mis manos para la guerra y mis brazos para tender el arco de bronce. Él concede grandes victorias a su rey” (Ps 18).
      4. “Cíñete al flanco la espada, valiente: es tu gala y tu orgullo; cabalga victorioso (...) tu diestra te enseñe a realizar proezas. Tus flechas son agudas, los pueblos se te rinden, se acobardan los enemigos del rey” (Ps 44).
      5. “Que en su presencia se inclinen sus rivales; que sus enemigos muerdan el polvo” (Ps 71).
      6. “Dios de la venganza, Señor, Dios de la venganza, resplandece… Él les pagará su iniquidad, los destruirá por sus maldades, los destruirá el Señor, nuestro Dios” (Ps 93).
      7. “Oráculo del Señor a mi Señor: «siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies»… Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos” (Ps 109).
      8. “Bendito el Señor, mi Roca, que adiestra mis manos para el combate, mis dedos para la pelea” (Ps 143).

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