Es para vivirla unos y otros.
Venecia de rojo |
El papa
Francisco –aprovechando la ocasión- ha vuelto a recordar que la libertad
religiosa es "un derecho fundamental
de la persona que debe ser reconocido porque refleja su más alta dignidad. No
solo en países donde los fieles experimentan vetos a su fe o persecuciones
violentas, sino también en los que hay una sistemática burla cultural al
cristianismo.
Basílica barcelonesa |
Francisco alienta a rezar para que estos "hermanos y hermanas vejados por las propias
convicciones religiosas puedan resistir fuertes en la prueba,
sintiendo junto a ellos la presencia orante y consoladora de la entera
comunidad católica para transformarse así en semilla de nueva vitalidad y de
esperanza para la Iglesia".
El evento veneciano contaba también con el testimonio
de Mons. Botros Fahim Awad Hanna,
obispo copto de Mynia, Egipto.
Ya en enero de 2018 Francisco había
lanzado también un mensaje en vídeo en el que presenta la triste realidad que se
vive en Asia (aunque no es el único sitio del planeta) por los enfrentamientos
y las persecuciones (no solamente a los cristianos). Asia era la ilusión de
Juan Pablo II para la evangelización en el tercer milenio. Francisco va al
encuentro de esas múltiples minorías religiosas asiáticas para rezar con ellos;
cada uno según su leal saber y entender. Francisco se pone al lado de los hombres y mujeres que luchan por no renunciar a su
identidad religiosa y clama para que todos puedan vivir su fe con toda libertad.
En 2017 el Departamento
de Estado de EEUU informaba que tienen en su lista negra a Arabia Saudí,
Birmania, China, Corea del Norte, Eritrea, Irán, Sudán, Tayikistán,
Turkmenistán y Uzbekistán porque violan sistemáticamente y de manera atroz la
libertad religiosa.
Pakistán está en 2ª división (en observación) por sus "graves
violaciones" a los derechos religiosos, sin que todavía llegue a ser una
violación sistemática "particularmente peligrosa".
Para EEUU., el derecho a profesar libremente cada uno su fe "es
vital para la paz, la estabilidad y la prosperidad".
Ayuda a la Iglesia Necesitada elabora cada dos años un
Informe; ahora sale el de 2018; el anterior fue en 2016. El de 2010 fue utilizado
por Benedicto XVI en su mensaje para la Jornada mundial por la paz del 1 enero
2011. De los 400 millones de creyentes discriminados en el mundo, unos 200 millones
son cristianos. El informe va detallando cada uno
de los 196 países que hay en el planeta.
Algunos
casos hay en el santoral de quienes se distingan por ser defensores de la
libertad religiosa y otros, al revés, la niegan o destruyen.
San
Eulogio, sacerdote de Córdoba, mártir en el 859 con 59 años, que el año
anterior había sido elegido arzobispo de Toledo pero no llegó a consagrarse
pues, por instruir en la fe cristiana a una musulmana (santa Leocracia) fue
decapitado. Los tiempos de tolerancia hispano-musulmana se alternaban con otros
de intolerancia violenta. Eulogio fue amante y defensor de la libertad.
Pablo Miki y 25 compañeros fueron mártires en Japón en 1597, con el emperador Toyotomi
Hideyoshi, que se propuso la conquista de Corea, cambió su actitud benévola
para con los cristianos y publicó un decreto de expulsión de los misioneros
extranjeros por motivos anti-españoles y anti-occidentales. Hasta el s XIX no
hubo tolerancia y ya entonces entraron misioneros franceses con garantías de
libertad religiosa.
Fue el 27
de febrero de 380, cuando el cristiano emperador Teodosio –con la bendición del
papa Dámaso- sacó su primer edicto para acabar con el paganismo. Primero en Roma
y luego lo hizo extensivo a todo el Imperio romano atentando de lleno a la
verdadera libertad religiosa.
Anteriormente
el emperador pagano Galerio en 311 (Constantino le copió en 313) decretó dejar
de perseguir al cristianismo quedando incluido en la legalidad como las demás
religiones. Es la auténtica libertad religiosa.
No
pocos han caído en el reduccionismo de considerar que la libertad religiosa es
solo algo para la Iglesia y también hay otro reduccionismo pues la Iglesia no
es únicamente el Vaticano o los obispos, y se suele pasar olímpicamente de las
demás religiones o credos.
Santo
Tomás Becket (+1170 con 52 años), Canciller de Inglaterra y obispo de
Cantorbery, se opuso al rey Enrique II Plantagenet –sin que le apoyara
ningún otro obispo ni arzobispo- y se negó a firmar la constitución de
Clarendon que limitaba las libertades y los derechos de la Iglesia.
San
Bartolomé de Bregantia (+1270), dominico, obispo en Chipre y luego de Vicenza,
Italia, fundó la Milicia de Jesucristo para defender la fe y la libertad de la
Iglesia.
Todavía
al estrenarse el siglo XX fue elegido papa Guiseppe Sarto (que tomaría el
nombre de Pío X) en vez del Cardenal Rampolla, debido al veto del emperador
austríaco. Esa libertad en la elección no es la libertad religiosa y en esas
mismas décadas se seguía rezando cada Viernes Santo por los pérfidos judíos. Tampoco
se respetaba la libertad religiosa por parte de los católicos que llamaban
“protestantes” a sus hermanos cristianos surgidos de la Reforma y ya Pío X
decretó que no se les llamara así pero...
La
realidad antes del Concilio Vaticano II era muy problemática pues la Iglesia
católica no atinaba a justificar la libertad religiosa. Fue Juan XXIII quien,
en este aspecto, puso las cosas en su sitio. La Declaración del Concilio
Vaticano II sobre la libertad religiosa, Dignitatis
humanae fue uno de los documentos más discutidos, difícil de salir a la luz
y el que dio pie a la tristísima actuación del obispo Marcel Lefebre quien en
1970 se instaló en el cisma pues condenó al papa, a los obispos o padres
conciliares por defender la libertad religiosa de los hombres. Podía ser solo
la punta de un iceberg.
En
su viaje al Líbano Benedicto XVI recordó que “es preciso pasar de la tolerancia a la libertad religiosa”
(Discurso en el Palacio presidencial, 15 septiembre 2012). Ya Juan XIII
advertía, antes del Concilio Vaticano II, que para la libertad religiosa no
basta la simple libertad de culto.
Francisco,
en su viaje pastoral a USA y Cuba (IX-2015) clausurando el Encuentro mundial de
las familias en Filadelfia, habló en
el conocido Independence Hall, donde se firmaron la Declaración
de Independencia y la Constitución USA, y utilizó el atril desde el cual
Abraham Lincoln pronunció su discurso de Gettysburg. Allí dijo que "En un mundo en el que diversas formas de
tiranía moderna tratan de suprimir la libertad religiosa, o de reducirla a una
subcultura sin derecho a voz y voto en la plaza pública, o de utilizar la
religión como pretexto para el odio y la brutalidad, es necesario que los
fieles de las diversas religiones unan sus voces para clamar por la paz,
la tolerancia y el respeto a la dignidad y derechos de los demás".
Los actuales
laicistas europeos alérgicos a la religión harían bien en mirar a EE.UU., donde
surgió el primer estatuto sobre la libertad religiosa y que siempre ha
considerado la Primera Enmienda, que establece la separación entre la Iglesia y
el Estado, como la primera de sus libertades. Exactamente en el año de la
Independencia (1766) sólo se pudo celebrar Misa en Filadelfia. En esta época,
10 de las 13 confesiones eran oficialmente cristianas y los católicos (unos 30
mil) vivían sin libertad. La Constitución de 1788 dejaba libertad religiosa
para los cargos públicos.
La libertad religiosa
está recogida en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, que en 2018 cumple su 70 aniversario.
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