miércoles, 7 de septiembre de 2016

ACERCA DE LOS CARDENALES


Para final de este año 2016 el número cardenales electores será solo de 107, pues habrán cumplido 80 años –la edad límite para participar en el cónclave– Jaime Lucas Ortega y Alamino, Arzobispo Emérito de La Habana; Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo Emérito de Santo Domingo; Antonio María Rouco Varela, Arzobispo Emérito de Madrid; Ennio Antonelli, Presidente Emérito del Pontificio Consejo para la Familia; y Théodore-Adrien Sarr, Arzobispo Emérito de Dakar.

Con este descenso, están apareciendo voces que profetizan fecha y listado del próximo consistorio que debería convocar Francisco para completar el número usual de electores de 120, según estableció Pablo VI. Las fechas podrían ser a mediados de octubre, en el marco de la clausura del Jubileo de la Misericordia; o el clásico 22 de febrero, cuando se celebra la fiesta de la Cátedra de San Pedro.

Audrys Juozas
En febrero, habrá otros dos cardenales más que habrán llegado a los 80 años: Audrys Juozas Backis, Arzobispo Emérito de Vilna (Lituania); y Raymundo Damasceno Assis, Arzobispo de Aparecida (Brasil). Así que serían 15 posibles capelos cardenalicios.

Lo de los cardenales fue una semilla que plantó el papa san Fabián que fue elegido –cuenta Eusebio de Cesarea- siendo laico y fue mártir en el año 250. A él se le ocurrió la novedad de distribuir lo que hoy llamamos diócesis de Roma en siete zonas encomendadas a diáconos y que dieron pie al actual colegio cardenalicio. Hoy siguen siendo algunos de ellos protocolariamente diáconos, junto a los otros que se tienen etiquetados protocolariamente por presbíteros y por obispos. Hasta Pablo VI había cardenales laicos; él decretó que todos fueran de hecho obispos aunque en el protocolo siguen las tres clases que, entre otras cosas, ayuda a poner las sillas de unos detrás de los otros. Delante los epíscopos y en tercera fila los diáconos.

El Colegio Cardenalicio nunca debió suplantar al Colegio Apostólico que forman los sucesores de los apóstoles, los obispos. En su momento, la institución en Roma del antiguo Senado romano apareció como una revolución en la praxis y se fundaba en razones políticas. En el siglo VIII se llamaron cardenales a los sacerdotes del clero catedralicio que actuaban como senado o consejo del obispo de Roma.

Juan VIII (872-882) reorganizó ese Consistorio y luego León IX (1049-1054) les otorgó la facultad exclusiva de elegir Pontífice que hasta entonces no era privilegio de nadie, sino del pueblo fiel romano. Luego otorgó a dos de esos cardenales ciertos poderes durante la sede vacante (hoy perdura en uno llamado Camarlengo). Nicolás II (1059-1061) restringió el privilegio de elegir Papa para los cardenales con rango de obispo, aunque Alejandro III (1159-1181) lo volvería a dejar como antes, haciéndolo extensivo a todos ellos, incluso laicos.

Sixto V
Los cardenales, para trabajar a sus anchas, se desengancharon del Consistorio romano organizándose en las actuales Congregaciones Vaticanas (Santa Sede). Será Sixto V en el siglo 16 quien decretó que el número de cardenales fuera 70 y que duró hasta Juan XXIII quien, como algo necesario para el bien de la unidad y de la catolicidad, amplió en 1958 el número. Hoy son 120 y ya Juan Pablo II y ahora Francisco buscan hacer reales la catolicidad, o sea la universalidad y que se vayan equilibrando los cardenales del mundo entero y no sea la mayoría de europeos y la mitad de ellos italianos.

En la historia de la Iglesia se ve que ha habido miles de señores eclesiásticos del capelo cardenalicio pero pocos están en el santoral y sirven hoy de modelo o de estímulo para vivir la plenitud de la condición cristiana. Del santoral solo sé sacar 17, muy pocos, y los conocidos hoy día se cuentan con los dedos de una mano. El listado lo ordeno por orden cronológico.

        Pedro (siglo no conocido) benedictino, obispo de Albano y cardenal al que se le llamaba “ígneo” pues pasó incólume por entre las llamas.
        Pedro Damiani (+1072 con 65 años), camaldulense, obispo de Ostia y cardenal. Se le ocurrió dedicar el sábado a la Virgen. Era partidario de la estrecha alianza de la Iglesia (el papa) con el poder temporal. Benedicto XVI recordó que tras 10 años de obispo, en 1067 renunció al cargo episcopal para regresar a su monasterio.
        Gregorio (+1040), benedictino llegó a ser abad; luego cardenal y obispo de Ostia. Vivió un tiempo en Navarra como legado pontificio; fue su paje y discípulo de Domingo de la Calzada.
        Bernardo (+1133), benedictino, obispo de Parma, cardenal. Convenció a Bernardo de Claraval para estar de parte de Inocencio II frente a Anacleto II.
        Guarino (+1158 con 78 años) cardenal y obispo de Palestrina; siendo sacerdote ingresó en la abadía de Mortara.
        Galdino (+1176 con 76 años), obispo de Milán, cardenal, reconstruyó Milán arrasada por Federico Barbarroja.
        Ramón nonato (+1240 con 40 años) de la recién fundada Orden de los Mercedarios. Murió en Cardona, de viaje a Roma para ser investido cardenal.
       Buenaventura (+1274 con 57 años), franciscano. Fue arzobispo de Albano y cuando en el 73 fueron a avisarle de su nombramiento como cardenal, estaba en la cocina fregando los platos sucios y dijo que le colgaran el capello en un clavo en la pared.
        Juan Dominici (+1420 con 70 años), beato, dominico. Gregorio XII, del que fue confesor y consejero, le consagró obispo de Ragusa, Cardenal y Legado pontificio en Bohemia y Hungría para contener a los husitas. Murió en Buda, Hungría.
        Juan Fisher (+1535 con 66 años), obispo de Rochester, canciller de la universidad de Cambrige, cardenal, confesor de Catalina de Aragón, esposa de Enrique VIII. Decapitado rezando el Te Deum nueve días antes que Tomás Moro.
        Carlos Borromeo (+1584 con 46 años). Su tío, el papa Pío IV le hizo cardenal y Secretario de Estado a los 22 años. Vendió todos los lujos del palacio episcopal para darlo a los pobres. Se durmió en el Señor diciendo: “Ya voy, Señor, ya voy”.
        Felipe Neri (+1595 con 80 años), sacerdote fundador del Oratorio de Roma una Institución original de sacerdotes regulares que viven en comunidad sin votos especiales. No quiso ser obispo ni cardenal.
       Roberto Belarmino (+1621 con 79 años), jesuita, cardenal, obispo de Capua, un santo incómodo. Teólogo particular del papa y así y todo criticó los límites del poder temporal del papa, viviendo la evangélica corrección fraterna. "En la Iglesia de Dios no hay quien le iguale en saber", dijo de él el Papa al hacerle Cardenal. Repartía todo lo que tenía, incluso las cortinas diciendo que las paredes no tienen frío. Benedicto XVI habló de él destacando su concepción de la Iglesia sin dar cortes ni ser agresivo ante las propuestas de la Reforma luterana.
        Gregorio Barbarigo (+1697 con 72 años), obispo de Bérgamo y cardenal. Siendo secretario del embajador veneciano, asistió a la firma de la paz de Westfalia.
Giuseppe Maria Tomassi (+1713 con 64 años) teatino, cardenal, obispo. Príncipe de Lampedusa y duque de Palma de Montechiaro. Se le consideraba como un nuevo san Carlos Borromeo, fue canonizado por Juan Pablo II en 1986. Su cuerpo está incorrupto.
        John Henry Newman (+1890 con 89 años), beato, cardenal, ilustre converso inglés, filósofo del Movimiento de Oxford, puede ser el responsable de la conversión de Chesterton y Ronald Knox. La madre de JRR Tolkien, antes de morir se había convertido al catolicismo y dejó a su hijo en manos del sacerdote católico Xavier Morgan, un discípulo de Newman.

No hay comentarios:

Publicar un comentario