viernes, 22 de marzo de 2019

DÍA MUNDIAL DEL AGUA

Cada 22 marzo



El Día mundial del agua fue propuesto por la ONU en 1992 sabiendo que el agua es el elemento básico para la vida humana, animal y vegetal en el “planeta azul” y es lo que se busca en otros planetas para encontrar justificar que los humanos no estamos solos en este cosmos.

Hoy hay más de 844 millones de personas en todo el mundo que no tienen acceso al agua potable y más de dos mil millones que no tienen acceso a saneamientos adecuados. El informe presentado en marzo de 2018 dice que hay 3.600 millones de personas en el planeta (casi la mitad de la población mundial) que viven en áreas en riesgo de sufrir escasez de agua al menos un mes al año. En 2050, esa población en zonas de riesgo podría llegar a alcanzar entre 4.800 y 5.700 millones.

Un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD fundado en 1965) señala que de los últimos 50 países con el Índice de Desarrollo más bajo, 40 son africanos. En ese continente viven cerca de 936 millones de personas, de ellas 300 millones no tienen acceso al agua potable y 313 millones, carecen de servicios básicos de saneamiento.

El agua es básica, fundamental y a la vez desconcertante pues es necesaria para la vida pero también es causa de muchas muertes y guerras por querer hacerse con ella sin compartir. El think tank Pacific Institute ha recopilado varios centenares de conflictos relacionados con el agua a lo largo de la historia. Uno recuerda, por ejemplo, que en el Código Hammurabi del año 1.750 aC ya incluía un listado de negligencias a la hora de regar y leyes sobre el agua. La última entrada de ese listado hace referencia a la guerra de Siria.

La FAO afirma que la escasez de agua en zonas campesinas del planeta refuerza el fenómeno migratorio.

En octubre de 2018 la ONU publicó un informe donde sostiene que nos queda sólo una década para detener el cambio climático antes de empezar a tener serios problemas por la escasez de agua.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, que presidió una sesión del Consejo de Seguridad sobre aguas transfronterizas (VI-2017), señaló que desde 1947 se han producido 37 conflictos entre países relacionados con el agua. “Nuestro planeta, la familia humana y la vida en todas sus formas en la Tierra están en medio de una crisis de agua que sólo empeorará en las próximas décadas”, dijo. “Si los patrones actuales de consumo continúan sin disminuir, dos tercios de la población mundial se enfrentará a la escasez de agua como una realidad diaria para 2025”, agregó Morales.

El agua como es un problema social, también incumbe al mundo religioso y en la vida del cristianismo no faltan “anécdotas” con ella. De todo tipo desde el bautismo de Jesús con el agua del Jordán.
Eufrosina (†470), llamada “nuestra madre” para los griegos, decidió vivir la virginidad, regalar todas sus joyas a los pobres y no lavarse la cara ni siquiera con agua fría.
        Francisco de Paula (†1507 con 71 años) se retiró a la vida eremítica y con sus discípulos hizo la nueva fundación franciscana de los Mínimos y en todos sus conventos puso una consigna de comer solamente pan, pescado, agua y verduras.
        Felipe Neri (†1595 con 80 años), sacerdote fundador del Oratorio de Roma, entregaba todos sus haberes a los pobres, mientras él ayunaba a pan y agua.
        Félix de Nicosia (†1781 con 71 años), zapatero y luego capuchino, cada viernes de marzo ayunaba a pan y agua.
        Martín I (†655) fue arrestado por haber tomado ilegalmente la sede de Pedro (sin permiso del emperador) y llevado a Constantinopla donde, estando encarcelado y enfermo, no le daban las medicinas ni le dieron agua para lavarse la cara durante 47 días. Al final fue trasladado a Crimea donde falleció por los malos tratos.
        Pío V (†1572 con 68 años) fue Papa, dominico que no descuidó los intereses materiales, abasteció Roma de agua potable, así como también favoreció la industria y hasta mantuvo las carreras de caballo.
        Mónica (†387 con 56 años), la madre de san Agustín y otros dos, Navigio y Perpetua, ya desde niña la sirvienta de su casa le prohibió beber agua entre comidas pues “cuando seáis mayores iréis al vino”. Así sucedió y siendo jovencita, un día se puso a abroncar a un obrero que se defendió llamándola “borracha”; fue tal la impresión que le causó, que decididamente vivió el consejo recibido en su infancia.
        Antimo, era militar abanderado en Mauritania que por el tono religioso de una asamblea en Cesarea, se negó a asistir portando el lábaro y se hizo sacerdote romano y fue martirizado en Roma echándolo al agua con una piedra atada al cuello, luego fue enterrado hasta el cuello y otras crueldades pero de todas salió ileso.

Durante la persecución de Nerón, del 64 al 67, tras el incendio de Roma el 18 de julio, hubo muchos mártires y Tertuliano recordará más tarde que "Los paganos atribuyen a los cristianos cualquier calamidad pública (…) Si las aguas del Tíber se desbordan e inundan la ciudad, si por el contrario el Nilo no se desborda ni inunda los campos (…) ¡Los cristianos a los leones!".

En Corrientes (Argentina) veneran a la Virgen de Itatí con una romería junto con las barcas romeras de la Virgen de Caacupé, Patrona de Paraguay. La leyenda atribuye a la Virgen marinera el milagro de salvar la vida al misionero jesuita y a los aborígenes convertidos al cristianismo del ataque de nativos; las aguas del río Yaguarí se abrieron y los rebeldes pudieron emprender la retirada. En Caacupé estuvo el Papa Francisco en julio 2015.
        Con la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, restaurando la talla (III-2009) aparecieron varias sorpresas; el agua usada en los tratamientos es, insólitamente, de pH neutro; además en los ojos de la Virgen, de 1 milímetro, se ven al microscopio el iris, el conducto lacrimal y un pequeño punto de luz que, maximizado, dio una figura humana con características específicas.
        Magin, se le tiene por evangelizador de Tarragona en el siglo IV de quien se dice que durante su martirio hizo brotar agua de una roca para saciar la sed de sus verdugos.

Quien fuere capaz de resolver los problemas del agua, será merecedor de dos premios Nobel, uno por la paz y otro por la ciencia”. Así se refirió el presidente de EEUU John F. Kennedy (1979).

Durante el Seminario sobre el Derecho Humano al Agua (23-24–II-2017) en el Vaticano, el Papa Francisco hizo esta impactante declaración: “Me pregunto si caminamos hacia la Gran Guerra Mundial del Agua”.

En el cap 1 de la encíclica “Alabado sea” (Laudato si, LSi), del 24-V-2015, Pentecostés, el Papa dedica unas páginas a “La cuestión del agua” (nn 27 a 31).

Un problema particularmente serio –escribe- es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días (LSi, 29).

Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía que se regula por las leyes del mercado (…) se advierte un derroche de agua no sólo en países desarrollados, sino también en aquellos menos desarrollados que poseen grandes reservas (LSi, 30).

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