martes, 20 de agosto de 2019

EL CLERICALISMO EN LA IGLESIA

¿Amén?

Cada 20 de agosto se hace memoria del profeta Samuel (1.110 aC), el último juez de Israel, desde que tenía 38 años de edad. En esa etapa de 200 años, la de los Jueces, así como en otras épocas de la historia del Israel de Antiguo Testamento, hubo bastantes mujeres también con una misión divina en el pueblo de Dios, que no era exclusiva y excluyente de los varones. ¿Han cambiado las cosas?

Francisco en su Carta “A toda la Iglesia universal" con motivo de la pederastia, (20-VIII-2018), escribe que “El clericalismo, favorecido sea por los propios sacerdotes como por los laicos, genera una escisión en el cuerpo eclesial que beneficia y ayuda a perpetuar muchos de los males que hoy denunciamos. Decir no al abuso, es decir enérgicamente no a cualquier forma de clericalismo”. Ellos y ellas, bautizados, no clérigos sino laicos por vocación, ¿están solamente para decir "amén"?

Benedicto XVI (Aud Gral, 2-III-2010), glosando a santo Domingo de Guzmán (†1221 con 51 años), sacerdote fundador de los dominicos, recordó que al ser nombrado canónigo reaccionó con humildad y en ese contexto cuestionó si "la carrera y el poder no son una tentación de la que no son inmunes ni siquiera quienes tienen un papel de animación y de gobierno en la Iglesia".

En junio de ese 2010 el Papa Ratzinger contestaba a una pregunta hecha en nombre de los presbíteros de Asia, por el japonés Atsushi Yamashita, durante la vigilia de conclusión del Año Sacerdotal y dijo: “Sabemos que el clericalismo es una tentación de los sacerdotes en todos los siglos, también hoy”.

Francisco, en agosto de 2018, ante los 70.000 jóvenes reunidos con él en Roma, les dijo que “el clericalismo es la perversión de la Iglesia”. La idea la va repitiendo con ocasión o sin ella, llegando a decir que es un cáncer como advirtió en octubre de 2018. Y añadía que a veces da pena cuando en una parroquia los fieles lo único que hacen es ver lo que dice el cura, y el cura deja de ser pastor para ser patrón de estancia”.

El Concilio Vaticano II recuperó la idea evangélica de los discípulos, o sea de la Iglesia iniciada por Jesucristo, y afirmó para la Iglesia universal lo que venía siendo algo de algun@s y a título personal. Fueron un verso suelto en el contexto de siglos en que los clérigos han descartado a los fieles laicos a quienes solo les compete decir “amén” y los laicos lo han permitido porque así dejan de arrimar el hombro.

Del santoral pueden sacarse algún@s que hicieron algo notable para l@s laic@s o con ell@s, otr@s alguna cosilla en comparación con la catolicidad o sea la “infinitud” de derechos – deberes de l@s laic@s.

Vivenciolo (†523), abad de Condat y obispo de Lyon, indujo a clérigos y laicos a estar presentes en el concilio de Pau. Isidoro (†636 con 76 años), obispo de Sevilla, fundó un colegio para la formación del clero y los laicos. Beda “el venerable” (†735 con 62 años), benedictino inglés, teólogo investigador (comparado a Isidoro de Sevilla), protestó por el excesivo número de fundaciones monásticas de laicos que se hacían en su tiempo pues debilitaban los recursos militares del Estado. Su tiempo es un momento de muy bajo nivel cultural del continente europeo.

Tomas Moore
Norberto (†1134 con 54 años), obispo de Colonia, fundó los premonstratenses, monjes dedicados a formar a los laicos; se dijo que desde tiempos apostólicos no se había reunido tanta muchedumbre para recibir formación. Tomás Moore (†1535 con 57 años) se tiene por pionero del apostolado de los laicos; fue diputado de los comunes, portavoz del Parlamento, consejero de Enrique VIII y Canciller de Inglaterra. Cayetano de Thiene (†1547 con 67 años), sacerdote que se dedicó a revitalizar la vida cristiana con sus fundaciones para los laicos. Entre ellas lo que fueron los Montes de piedad.

Francisco de Sales (†1622 con 56 años), obispo de Ginebra, animaba a los laicos a santificarse en el mundo. Benedicto XVI lo citó (Ángelus en 2010) recordando que enseñaba la llamada universal a la santidad que es cosa de todo bautizado y en una Audiencia Gral (03-02-2011) lo glosó diciendo que anticipó algunas intuiciones del Vaticano II sobre los laicos. Antonio Rosmini (†1855 con 58 años), presbítero beato de quien se afirma que «la llamada universal de todos los cristianos, también los laicos, a la santidad», hecha por el Concilio Vaticano II, repite literalmente una frase de sus máximas de perfección.

Juan Pablo I
Es ingente el listado de instituciones que antes o después han dado cabida a una rama o sección para los laicos que quieren vivir esa espiritualidad no laical, los modos y maneras de l@s religios@s. El entonces cardenal de Venecia, Albino Luciani, poco antes de ser Juan Pablo I, dijo que ni Francisco de Sales fundó una institución propiamente laical, para los laicos, con los laicos, sin imitar a los no laicos o no seglares o sea regulares, que se atienen a una Regula (Regla). Dijo entonces Luciani que solamente  Josemaría Escrivá (+1975 con 73 años) había fundado una institución con espiritualidad laical, el Opus Dei,  y en la que los sacerdotes de la Obra -que automáticamente constituyen la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz-, son necesarios «para ayudar a los miembros laicos de una y otra Sección, en sus labores apostólicas».

Giuseppe Freinademetz (†1908 con 56 años), era un sacerdote de la «Congregación del Verbo Divino» que partió hacia China y comprendió pronto la importancia que tenían los laicos comprometidos para la primera evangelización, sobre todo como catequistas. Benedicto XVI visitó (5-VIII-2008) su casa natalicia en Oies, cerca de Bressanone, donde el Papa emérito pasó sus vacaciones después de la JMJ en Sidney. El Movimiento “Regnum Christi” es la rama laica de la Congregación de “los legionarios” (Legión de Cristo), con cerca de 40 mil laicos. El 31 de mayo de 2019 el Vaticano aprobó la Constitución de la “Federación Regnum Christi”, conformada y gobernada de forma colegial por los Legionarios de Cristo, las Consagradas y los Laicos Consagrados. Pedro Poveda (†1936 con 62 años) fue un sacerdote que fundó la Institución Teresiana (las “teresianas”) con una propuesta pedagógica con la participación de los laicos, de modo especial la mujer. La Milicia de Santa María” fue aprobada por la Santa Sede (7-IV-2009) como asociación privada internacional de fieles laicos.

domingo, 28 de julio de 2019

¿Y SI SOLO HUBIERA DIEZ?

Unidos a los otros hombres

Dijo, pues, Yahveh: "El clamor de Sodoma, de Gomorra es grande; y su pecado gravísimo” (…) Abraham le dijo a Iahvé: "Así que vas a borrar al justo con el malvado? Tal vez haya cincuenta justos (…) Tal vez se encuentren allí treinta (…) ¿y si se hallaren allí veinte? (…) ¿si se encuentran allí diez?”

Es la Palabra de Dios en la primera lectura de este domingo XVII (ciclo C) del TO que quiere hacer caer en la cuenta de que Abraham no tiene una espiritualidad individualista sino una espiritualidad social pues se preocupa de los demás y está convencido de que unos pocos (sean 50 ó 10) salvarán a todos los de Sodoma y Gomorra y alrededores (cf Gen 18, 20-32).

Juan Pablo II ya comentó en su día que “se debe rechazar la tentación de una espiritualidad oculta e individualista que poco tienen que ver con (…) la lógica de la Encarnación (…) Es muy actual a este respecto la enseñanza del Concilio Vaticano II: «El mensaje cristiano no aparta los hombres de la tarea de la construcción del mundo ni les impulsa a despreocuparse del bien de sus semejantes» (GS 34)” (Novo milenio ineunte, 52).

Jesús mismo enseña a sus discípulos a rezar en plural, por todos (Lc 11, 1-13): Padre nuestro, no padre mío. Venga a nosotros tu Reino, no ha mí solo. Danos hoy nuestro pan de cada día, no mi pan. Etc.

A su vez Francisco (Aud Gral 26-VI-2019) recuerda que “la comunidad de creyentes ahuyenta el individualismo para fomentar el compartir y la solidaridad. No hay lugar para el egoísmo en el alma de un cristiano”. Por eso la oración cristiana –ha recordado el Papa argentino- es para rezar por todo el mundo y no solamente para pedir cosas para mí.

El hombre sabe lo que reza el salmo, que “el Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres; desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra (Ps 32), no en unos pocos, no solo mira a los buenos, a los mejores, a los más… y como el hombre es imagen y semejanza de Dios, tiene que hacer lo mismo.

En este mundo de Dios hay mucha gente buena, much@s just@s, aunque no sean burocráticamente cristianos y no puedan tener un certificado de bautismo. Se hacen muchísimas cosas buenas y bien hechas, por eso el Papa polaco Wojtyla, en la Carta ap para preparar el gran Jubileo del 2000, decía que “es necesario además que se estimen y profundicen los signos de esperanza presentes en este último fin de siglo, a pesar de las sombras que con frecuencia los esconden a nuestros ojos” (Tertio milenio adveniente, 46).

Benedicto XVI también expuso esta idea básica de mirar al mundo entero y ver sus luces y sus sombras que no deben sorprender y poner de mal humor. En Spe salvi (SS, 37) escribió que “obviamente, el cristiano que reza no pretende cambiar los planes de Dios o corregir lo que Dios ha previsto. A menudo no se nos da a conocer el motivo por el que Dios frena su brazo en vez de intervenir (…) Para el creyente no es posible pensar que Él sea impotente, o bien que «tal vez esté dormido» (1Reyes 18, 27).

San Pablo recuerda que “nosotros anunciamos a Cristo, exhortando a todo hombre (…) para hacer a todos perfectos en Cristo” (Col 1, 28), no a unos cuantos.

“La época actual –dijo Juan Pablo II- junto a muchas luces presenta igualmente no pocas sombras (...) Será oportuno afrontar la vasta problemática de la crisis de civilización que se ha ido manifestando sobre todo en el Occidente (…) A las puertas del nuevo milenio los cristianos deben ponerse humildemente ante el Señor para interrogarse sobre las responsabilidades que ellos tienen también en relación a los males de nuestro tiempo (...) ¿Y no es acaso de lamentar, entre las sombras del presente, la corresponsabilidad de tantos cristianos en graves formas de injusticia y de marginación social?” (TMA 36 y 52). Un buen cristiano no se cree perfecto, impecable y osa afirmar habitualmente que el mal que hay por este mundo de Dios es por culpa de los otros.

Al interrogarse sobre sus responsabilidades, l@s cristian@s ven claro que algo de razón tienen los profetas que denuncian los pecados sobre todo sociales, del pueblo, del grupo. Algo de razón tendría Marx al afirmar que lo único importante es la Economía pues la afirmación es verdad si se evita exagerar o absolutizar la tesis. Por eso l@s bautizad@s saben que, todos los ámbitos de la vida como la familia, el deporte, la ciencia, la cultura, el descanso, etc., exige la pregunta “¿cuánto cuesta? Por eso hay que estar en cristianizar también la Economía. La ciencia económica tiene descubierto que sus mecanismos deben ser iguales para todos, creyentes y no creyentes y la solución no es el capitalismo salvaje ni el comunismo absoluto.

El concilio Vaticano II recuerda en Gaudium et spes que los “fieles han de vivir estrechamente unidos a los otros hombres de su tiempo” y ha de esforzarse por “procurar comprender perfectamente su modo de pensar y sentir” (GS 62). Se trata de conocer y comprender la lógica propia de la Economía, sus reglas y sus leyes propias. Actuar de otra manera ocasiona grades daños a la sociedad y a la Economía, como demuestra la actual crisis mundial. En la lucha contra la pobreza no se puede estar solo con ayudas directas pues realmente dañan  ya que crean pasividad y dependencia. En situaciones de emergencia, la ayuda humanitaria directa es un deber improrrogable pero las ayudas indirectas tipo educación, inversiones comerciales de los países ricos, apertura de los mercados para comprar y vender productos, etc. es la más ajustada a la verdad.

No se trata de crear un mundo cristiano económico, paralelo al Estado (o como se llame), como por ejemplo ensayaron los templarios. Las leyes económicas al igual que las de tráfico, son las mismas para todos. Una dificultad que tuvo el cristianismo para reconciliarse con la Economía moderna fue prohibir toda forma de interés por los préstamos ya que erróneamente se confundía con el abuso llamado usura. Se consideraba que aceptar intereses por los préstamos era un pecado mortal.

Los fundamentos para la Economía moderna y su comprensión en el seno de la Iglesia los pusieron los franciscanos del s XIV y XV y los dominicos de Salamanca en el XVI. Adam Smith disfrutó de verdades económicas como el concepto de capital acuñado por frailes que tenían el voto de pobreza, o el de contabilidad o las instituciones financieras inventadas por los franciscanos como la red de 150 “montes de piedad” promovidos en aquella Europa medieval. Ofrecían créditos, no a los mendigos, sino a las hoy llamadas pymes (pequeños artesanos y emprendedores) que en momentos de crisis se encontraban oprimidos por los usureros. Benedicto XVI describió algunos de estos conceptos importantes en su encíclica Caritas in veritate, cap III.

El Evangelio no es un programa socio-económico o político, ni los cristianos tienen la fórmula mágica que ahorre la fatigosa búsqueda de la verdad también económica y financiera y el bien práctico.

En la encíclica Evangelii gaudium (La alegría del Evangelio, EvG), Francisco deja escrito que “hoy tenemos que decir «no a una Economía de la exclusión y la inequidad». Esa Economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa (…) Hemos dado inicio a la cultura del «descarte» (…) Los excluidos no son «explotados» sino desechos, «sobrantes»” (EvG 53).

sábado, 20 de julio de 2019

ANDABA AFANADA

Pastoral del almuerzo


Lucas cuenta que “cuando iban de camino entró en cierta aldea (Betania), y una mujer llamada Marta le recibió en su casa (…) andaba afanada con los múltiples quehaceres de la casa” (Lc 10, 38-42). ¡Cómo no iba a estar afanada si en la casa viven 3 (ella, María y Lázaro) y de pronto viene a cenar una legión!, Jesús con los doce, unos cuantos de los “otros 72 discípulos” (quizá 10), un puñado de mujeres (¿6 ó 7?) que acompañaban a María, la madre de Jesús. Total que podían ser unos 30 comensales.

Jesús no se dedicaba a una pastoral exclusivamente sacramental, no se dedicaba a exigir que l@s del pueblo de Dios fueran al templo o a la sinagoga; no exigía que rezaran y se dejaran de “tonterías”, de “chiquilladas” o de cosas inútiles, sino que, sin ser lo único, le preocupaba que la gente pudiera llevarse a la boca el pan de cada día. Asistía habitualmente a comidas o cenas a las que era invitado o se invitaba, como en el caso de Zaqueo y no era para desentenderse de su misión de anunciar el Reino.

Intriga a la inteligencia creyente el que en tantas ocasiones los evangelios se entretengan en contar tantos momentos gastronómicos de Jesús de Nazaret, Dios hecho hombre, el Redentor universal, pero no debe olvidarse que por eso mismo es el Modelo universal para tod@s, de cualquier cultura, de cualquier religión, de cualquier época o de cualquier continente.

Junto al mar de Galilea acudió a él una gran multitud y Jesús llamó a sus discípulos y dijo: Siento profunda compasión por la muchedumbre, porque hace ya tres días que permanecen junto a mí y no tienen qué comer; no quiero despedirlos en ayunas no sea que desfallezcan en el camino (cf Mt 15, 29-32).

 “Estando él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores” (Mt 9, 10), sabiendo Jesús que llamaría la atención a los fariseos pero no le parecía inoportuno o inadecuado.

Encontrándose Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, se acercó a él una mujer que llevaba un frasco de alabastro lleno de un perfume de gran valor y lo derramó sobre su cabeza mientras estaba a la mesa” (Mt 26, 6-7).

Al anochecer se puso a la mesa con los doce discípulos” (Mt 26, 20), estaban en el Cenáculo para la llamada “última cena”. La cosa más grande que Dios ha podido hacer para los hombres es quedarse realmente en la Eucaristía y lo instituye con una cena y manda a los suyos “haced esto en memoria mía”, con un banquete sacrificial. Ya en el AT había elegido que el pueblo de Israel, tras salir de la esclavitud de Egipto conmemorara esa Pascua del Señor con una cena y se entretiene el Todopoderoso en indicar el menú: macho de un año, cordero o cabrito asado al fuego, pan sin levadura y hierbas amargas (Ex 12, 5-11).

De Jesús resucitado se cuentan pocas cosas de aquellos 40 días hasta que ascendió pero en cada uno de las cuatro encuentros narrados sale la comida, en casa de los de Emaús, en el cenáculo o en la playa del lago de Genesaret donde les tiene preparadas unas brasas y un pescado.

Una vez resucitada la hija de Jairo, el jefe de la sinagoga, dijo que dieran de comer a la niña (cf Mc 5, 35-43).

Pero Jesús, en una de las dos veces que hizo multiplicación de panes y peces, una para 5 mil y otra para 7 mil, les dijo: dadles vosotros de comer (Mt 14, 16).

Entonces llega a casa; y se vuelve a juntar la muchedumbre, de manera que no podían ni siquiera comer” (Mc 3, 20).

La hospitalidad o la acogida es una virtud humana, símbolo de educación, de civismo, de perfección y por eso es una conducta que no falta en la gente buena. Un hombre bueno fue Abraham de quien, entre otras muchas cosas, se cuenta en el libro del Génesis que al llegar a su tienda tres caminantes, pidió “que traigan un poco de agua y lavaos los pies y recostaos bajo este árbol, que yo iré a traer un bocado de pan, y repondréis fuerzas (…) Sara, y le dijo: Apresta tres arrobas de harina de sémola, amasa y haz unas tortas." Abraham, por su parte, acudió a la vacada y apartó un becerro tierno y hermoso, y se lo entregó al mozo, el cual se apresuró a aderezarlo. Luego tomó cuajada y leche, junto con el becerro que había aderezado, y se lo presentó” (Gen 18, 1-10). De este evento divino en la vida de Abraham, llama la atención que el autor sagrado se entretenga con detalle en la receta de la comida que les prepara.

Una vez creado el hombre, Iahveh Dios “hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer (…) Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer» (Gen 2, 1.16-17). En el relato del llamado pecado original con la tentación de la serpiente, lo de “comer” aparece casi una docena de veces.

Dios bendijo a Noé y a sus hijos y les dijo: “Todo lo que se mueve y tiene vida os servirá de alimento: todo os lo doy” (Gen 9, 3).

Labán, hermano de Rebeca, acoge a Isaac, el hijo de Abraham, y le invita a comer (cf Gen 24, 29). Isaac, ya moribundo, quería bendecir a su hijo primogénito después de comer el suculento manjar que le iba a preparar su mujer Rebeca que arregló a su hijo pequeño Jacob para que el padre, ciego, creyera que era el heredero, Esaú (cf Gen 27, 1-29).

Y ocurrió, que cuando llegó José donde sus hermanos, éstos despojaron a José de su túnica -aquella túnica de manga larga que llevaba puesta-, y echándole mano le arrojaron al pozo. Aquel pozo estaba vacío, sin agua. Luego se sentaron a comer” (Gen 37, 23-25).

Y siguiendo por todos los libros de la Biblia pueden sacarse mil ejemplos más de cómo el comer es algo fundamental para hacer vida correcta. Invitar a comer en casa es en cualquier civilización signo de confianza. Las comidas o almuerzos de trabajo son habituales momentos para los negocios y por eso los cristianos saben aprovechar las comidas o cenas en casa, con amigos o colegas, para lo mismo que hacía Jesús.

En el salterio se lee que Dios dice al hombre: “Si tuviera hambre, no te lo diría pues el orbe y cuanto lo llena es mío. ¿Comeré yo carne de toros, beberé sangre de cabritos?” (Ps 49). Es el mismo Dios quien toca el tema y a su imagen y semejanza el orante dice “Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien” (Ps 127).

En la vida terrenal lo fundamental e imprescindible es comer lo adecuado pero, ¡oh sorpresa!, también el premio eterno se explica con la imagen de un banquete y no con cosas piadosas. “Y os digo que muchos de Oriente y Occidente vendrán y se pondrán a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos” (Mt 8, 11).Nuevamente envió a otros criados ordenándoles: Decid a los invitados: mirad que tengo preparado ya mi banquete, se ha hecho la matanza de mis terneros y reses cebadas, y todo está a punto” (Mt 22, 4).

Dice el Señor: He aquí que estoy a la puerta y llamo: si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo (Apoc 3, 10).

Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber (Mt 25, 35).

sábado, 29 de junio de 2019

PEDRO Y PABLO

Dos apóstoles mártires en Roma



Cada 29 de junio se celebran juntos la solemnidad de Pedro y Pablo, ambos apóstoles y mártires en Roma aunque en lugar y fecha distintas. Como suele caer en día laborable, litúrgicamente en algunas diócesis se traslada al domingo más próximo para hacer eficaz la colecta de este día, dedicada al Papa.

Pedro era pescador de Betsaida, hijo de Jonás (Juan) y sabemos que su suegra vivía en Cafarnaún donde Cristo se solía hospedar cuando estaba en aquella ciudad junto al lago de Genesaret o Tiberíades. Fue su hermano Andrés quien le presentó a Jesús.

De Jerusalén Pedro se fue a Antioquia y luego a Roma donde en el 64 Nerón lo crucificó boca abajo en la colina del Vaticano, entonces fuera de la ciudad, al otro lado del Tíber. Una tradición no dice el nombre de su esposa pero sí el de la hija de ambos, Petronila, aunque un autor anónimo del siglo V/VI dice que era solamente hija espiritual de Pedro. Una inscripción prueba que fue un mártir del s I.

Eusebio de Cesarea (+340 con 80 años), autor de la Historia Eclesiástica, cita a san Clemente de Alejandría(+215 con 65 años), que contradice la tesis de la viudedad de Pedro cuando Jesús curó a su suegra.

Pablo, con su apertura de mente, fue un fiel instrumento de Dios para abrir la Iglesia a los gentiles En el segundo cautiverio (h 67) murió decapitado, también en Roma, donde hoy está ubicada la basílica de san Pablo extramuros y donde Juan XXIII sorprendió al mundo anunciando el Concilio Vaticano II.

Del 29-VI-2008 al 29-VI-2009 el papa Benedicto declaró «Año paulino» para celebrar el bimilenario del nacimiento de Saulo de Tarso y en la homilía en san Pablo extramuros, el día de la inauguración, dijo que “he querido convocar este «Año paulino» especial: para escucharlo y aprender ahora de él, como nuestro maestro, «la fe y la verdad» en las que se arraigan las razones de la unidad entre los discípulos de Cristo”. En esa ceremonia asistía Bartolomé I, el Patriarca de Constantinopla junto con “los delegados fraternos de las Iglesias que tienen un vínculo particular con el apóstol san Pablo -Jerusalén, Antioquía, Chipre y Grecia- y forman el ambiente geográfico de la vida del Apóstol antes de su llegada a Roma”.

Siendo inicialmente una conmemoración de ambos apóstoles, con el tiempo Pedro a hecho sombra a Pablo, dándose una importancia trascendental a la colecta llamada “óbolo de san Pedro” que se originó en Inglaterra en el siglo VIII como un impuesto (Denarius sancti Petri) de un centavo sobre los propietarios de tierra de cierto valor. El óbolo fue decayendo hasta ser abolido por Enrique VIII en el 1534.

Con el tiempo se recuperó la colecta y en 2011 fue de 69 millones $. Con Francisco en 2013, fue de 78 millones y fue el último año que se dio a conocer el montante de la colecta. Parte de la colecta se dedica a las obras de caridad del Papa (tareas misioneras, iniciativas humanitarias y de promoción social), pero un buen % se dedica al mantenimiento de la estructura vaticana.

Los gastos e ingresos en el Vaticano solían silenciarse durante siglos pero cuando fue elegido Papa el cardenal Roncalli, que tenía fama de ser distinto y abierto, unos periodistas se animaron a preguntarle que cuántos trabajaban en el Vaticano. Juan XXIII, con gracia y buen talante diplomático les contestó: “Más o menos la mitad”.

En 2013 en la Curia Romana trabajaban 2.832 personas: 778 sacerdotes, 333 religiosos y 1.637 laicos (425 mujeres). El Gobierno de la Ciudad del Vaticano tenía 1.887 empleados que implicaban un costo total de unos 300 millones $. Pero lógicamente no debe cobrar lo mismo un laico que un clérigo y como salen mucho más caros, algunos se asustan con el montante que supone darles participación plena y activa. De todos modos un cardenal con sede en Roma cobra 5.600 $ al mes y tienen acceso a tiendas electrónicas libres de impuestos, a tiendas de ropa, a supermercados, a tabaco a muy bajo precio, a farmacia, a unos mil litros de gasolina anual gratis, beneficios aplicables a todos los empleados vaticanos.

En noviembre de 2016, la Santa Sede lanzó el sitio web oficial del Óbolo de San Pedro en italiano, inglés y castellano. En el 2017 se crearon las cuentas de Twitter e Instagram de esta iniciativa.

Francisco ha hablado sobre la misión de Pedro en la Iglesia recordando que no tiene un poder absoluto ni solo un primado de honor pero la colegialidad es tan divina como su primacía. Y el Catecismo de la Iglesia anota que “Dios no ha querido retener para él solo el ejercicio de todos los poderes. Entrega a cada criatura las funciones que es capaz de ejercer…” (CEC, 1884).

El cambio ha realizarse es en el modo de ejercer Pedro su primado que ya impulsaba Juan Pablo II por lo menos desde 1995 con su encíclica ecuménica “Ut omnes unum sint” donde decía que “la conversión de Pedro y de sus sucesores se apoya en la oración misma del Redentor en la cual la Iglesia participa constantemente. Pido encarecidamente que participen de esta oración los fieles de la Iglesia católica y todos los cristianos. Junto conmigo, rueguen todos por esta conversión” (UUS, 4). En la peregrinación del 2000 en el Sinaí clamó ¡no hay tiempo que perder!

Además de ese reajuste eclesial fundamental, hay otros asuntos eclesiales también básicos o elementales que necesitan corrección y reformulación para ajustarse al Evangelio y a la enseñanza de Cristo. Por ejemplo conviene corregir lo del Vicario de Cristo que se lo apropió y monopolizó el papa Inocencia III cuando desde siempre la fe cristiana enseña que vicario de Cristo (otro Cristo decía Pablo) lo es tod@ bautizad@ y no solo el Papa. El CEC 783 dice que “todo el Pueblo de Dios participa de estas tres funciones de Cristo y tiene las responsabilidades de misión y de servicio que se derivan de ellas” como también se hacía eco Juan Pablo II para animar a la participación plena y activa (cf Redemptor hominis 18-21 y Redemptoris custos).

Francisco, el 17-X-2015, ante el Sínodo ordinario sobre la familia, recordó que hay el compromiso de edificar una Iglesia sinodal - todos llamados, cada uno en el rol que el Señor le confía-. Y (…) también el ejercicio del primado petrino podrá recibir mayor luz. El Papa no está solo, por encima de la Iglesia, sino dentro de ella como bautizado entre bautizados y dentro del Colegio episcopal como obispo entre los obispos”.

San Agustín (+430), al comentar las palabras de Cristo “y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16,18), afirma que "las llaves no las recibe Pedro sino la Iglesia en la persona de Pedro" (…) “las recibió no un hombre único, sino la Iglesia única (...) Pues para que sepáis que la Iglesia ha recibido las llaves del reino de los cielos, escuchad lo que el Señor dice en otro lugar a todos sus apóstoles: «Recibid el Espíritu Santo... a quienes se los retengáis les quedarán retenidos» (...) lo de apacentar las ovejas, no es que él fuera el único... quiso significar la unidad de la Iglesia. Se dirige a Pedro con preferencia porque es el primero entre los apóstoles”.

Santa María que siente la Iglesia como a su hijo, el Cristo Total, no deja de ser la omnipotencia suplicante a la vez que a cada un@ de sus hij@s les dice como en Caná: “Haced lo que él os diga” (Jn 2, 5).

viernes, 31 de mayo de 2019

LA VIRGEN DEL MOCHO

La Visitación de María



Cada 31 de mayo cierra el “mes de María” con la celebración de la Visitación de María a su parienta Isabel, desde Nazaret, una población galilea, a Ain-karim, población en Judea, a unos 100 km aprox. y donde permaneció unos tres meses (cf Lc 1, 39-56). Es el aspecto de su vida que da pie al titular de “Iglesia en salida” que ahora utiliza el Papa.

Por ese viaje de ida y vuelta es fácil “ver” que María fue la primera procesión eucarística llevando en su seno al recién concebido Verbo eterno, a Dios hecho hombre, su hijo Jesús. Ella hace la procesión también por su casa y por las calles de Nazaret antes y después de visitar a Isabel. Y luego continuó la procesión junto con José, camino de Belén, siendo como una custodia viviente. Después de nacer Jesús en Belén, vemos a una mujer, una madre joven, que porta en sus manos durante meses y años al cuerpo de Cristo y no era sacerdote.



María acudió con prisa (dicen una traducciones del evangelio) a Ain-Karim a ayudar a su parienta Isabel, anciana y embarazada ya de seis meses. Ella, la Madre de Dios, la reina del cielo y de la tierra, es la “Iglesia en salida”, ¡sale a servir, a comprar, a limpiar la casa ajena, a barrer y pasar el mocho, a lavar y planchar a Isabel y a Zacarías! 

María, en la Visitación nos enseña su actitud de servicio de la caridad a domicilio, es la Virgen del delantal, de la escoba o del mocho y del carrito de la compra. Ella, nuestra Señora que no vino a ser servida sino a servir y en casa ajena; no llevaba mantos de oro ni coronas ni joyas,… da mucho qué pensar el que a Ella no le gusta la vanidad, la pompa, el boato…. y nunca jamás ha aparecido con esa vanidad humana en ninguna de sus apariciones en Europa, Asia, África y América.

Este día 31 en los jardines vaticanos se clausura el mes de María con una tradicional vigilia mariana. En 2007 Benedicto XVI dijo, auto citándose de su Encíclica Deus caritas est (DCE), queMeditando este misterio, vemos… que el corazón de María es (…) un corazón humano (…) María es perfecta y se convierte en modelo de la caridad de la Iglesia” (DCE, 19). Este 2019 Francisco no podrá participar pues está de viaje pastoral en Rumanía. 

En una catequesis (Audiencia General 23-X-2013) Francisco dijo también queMaría es modelo de caridad, como vemos en la Visitación, pues ella no sólo ayuda a su prima, sino que le lleva a Cristo, la perfecta alegría que viene del Espíritu y se manifiesta en un amor oblativo. Es modelo también de unión con Cristo, sea en su tarea cotidiana, sea en el camino de la cruz, hasta unirse a Él en el martirio del corazón (…) La Virgen quiere traernos a todos el gran regalo que es Jesús: y con Él nos trae su amor, su paz, su alegría. Así la Iglesia: no es una agencia humanitaria sino que es enviada a llevar a Cristo y su Evangelio a todos; no se lleva a sí misma, sino el amor de Dios, la caridad de Cristo que transforma a los hombres y las mujeres y renueva el mundo”.

Ese “no se lleva a sí misma” requiere prestarle un poco de atención pues la idea que exponía en ese momento de sus primeros meses de Papa, la ha ido repitiendo por activa y por pasiva, en blanco, en negro, a todo color…

María correspondió al saludo de su parienta con el Magníficat que se reza a diario en las vísperas de la Liturgia de las Horas y clama por los pobres, por los ricos, por los soberbios, por los humildes. Nadie con sentido común dirá que Ella era miembro de la teología de la liberación marxista como le quieren hoy atribuir al papa Francisco.

Por su encíclica “verde” Laudato si (LS), a Francisco se le tacha por algún sector (también eclesiástico – jerárquico) de marxista dado su talante ecologista o sea “es de los verdes”, como se suele hablar para los políticos. Es la primera vez en XXI siglos de cristianismo, que un Papa propone la necesidad de crear una espiritualidad ecológica (cf LS, 216) aprendida del mismo Cristo.

Pero curiosamente no se tildaba de eso al Papa polaco Wojtyla pero Bergoglio recuerda que era tan “verde” como él: San Juan Pablo II se ocupó de este tema con un interés cada vez mayor. En su primera encíclica, advirtió que el ser humano parece «no percibir otros significados de su ambiente natural, sino solamente aquellos que sirven a los fines de un uso inmediato y consumo». Sucesivamente llamó a una conversión ecológica global (…) La destrucción del ambiente humano es algo muy serio (…) debe ser protegido de diversas formas de degradación. Sigue la cita de Wojtyla: Toda pretensión de cuidar y mejorar el mundo supone cambios profundos en «los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad (LS, 5).

Después sigue refiriéndose a la tarea en este aspecto ecológico de sus otros antecesores, Juan XXIII, Pablo VI, Benedicto XVI y, ¡oh sorpresa!, algo histórico, nuevo, nunca visto ni oído: ¡¡el Papa Francisco se refiere a un Patriarca ortodoxo en su escrito magisterial!!

También es novedad “franciscana” el abrazo que da a la Fe y a la Ciencia –que tanta falta hace- cuando escribe: Estos aportes de los Papas recogen la reflexión de innumerables científicos, filósofos, teólogos y organizaciones sociales que enriquecieron el pensamiento de la Iglesia sobre estas cuestiones (LS, 7). Un abrazo como el que María e Isabel se dieron en Ain-Karim.

Me imagino a María haciendo el trabajo diario, tanto en su casa en Nazaret como en la de Isabel, como tantos millones de hombres y mujeres que no solo actúan con respeto sino con cariño a la Naturaleza, al agua del río donde lavaban la ropa, a las judías y tomates que tendría Zacarías plantado en su jardín, a las gallinas que ponían los huevos para una buena alimentación y disfrute del paladar. Seguramente en casa de Isabel habría un perro que acariciaría de vez en cuando y saldría a recibirla cada vez que volvía a casa de la compra, de dar un paseo, etc.

Acaba la encíclica ecológica de Francisco con una referencia mariana que no podía faltar. A Maríapodemos pedirle que nos ayude a mirar este mundo con ojos más sabios”.

viernes, 24 de mayo de 2019

COSAS SOBRE CHINA

Jornada mundial de oración por la Iglesia en China


Cada 24 de mayo se celebra la Jornada mundial de oración por la Iglesia en China, decretada por Benedicto XVI en 2007 en el día de Ntra Sra Auxilio de los cristianos, advocación del santuario chino de Sheshan en Shanghai y en la que san Juan Bosco encontraría la inspiración para fundar su triple familia religiosa. A esta fiesta mariana ha hecho referencia Francisco en la Aud Gral del 22-V-2019 manifestando que “esta feliz ocasión me permite expresar especial cercanía y afecto a todos los católicos de China, los cuales, en medio de las labores cotidianas y pruebas, continúan creyendo, esperando y amando”.

En 2007 Benedicto XVI compuso una oración a la Virgen china:
“Hoy venimos ante ti para implorar tu protección. Mira al Pueblo de Dios y guíalo con solicitud maternal por los caminos de la verdad y el amor, para que sea siempre fermento de convivencia armónica entre todos los ciudadanos.
(…) Sra Ntra de Sheshan, alienta el compromiso de quienes en China, en medio de las fatigas cotidianas, siguen creyendo, esperando y amando (…) Madre de China y de Asia, ruega por nosotros ahora y siempre. Amén".

El devenir histórico de los pueblos chinos es una lección para entender lo de la convivencia armónica a la que se refiere la oración mariana del Papa Ratzinger.

Hacia el 27 dC, el emperador chino Liu Hsiu restauraba la dinastía Han con el apoyo de la nobleza que temía perder sus privilegios ante el descontento del campesinado – un movimiento de rebeldía era conocido como el de los “cejas rojas”- y por sus propias querellas internas.

Durante los casi dos siglos de existencia, esta segunda dinastía Han hubo de pactar con los poderosos nobles locales que hacían aumentar su poder y sus riquezas, con un paulatino empobrecimiento del campesinado, obligado a emigrar, mientras sus tierras se convertían en pastizales. La vida de la corte y el gobierno central se sumió en la corrupción y favoritismo. En su resquebrajamiento influirán familiares de las diversas emperatrices y los eunucos desde el año 135 dC.

A partir del año 184 dC se produjo la revuelta de “los turbantes amarillos” y la lucha por el poder acabaría con la dinastía Han en el 220. En esta época de guerra civil, los pueblos bárbaros del norte y noroeste presionaban otra vez sobre las fronteras del Imperio. antes había sido construida la Gran Muralla China o Chángchéng (”larga fortaleza”), en tiempos de la dinastía Qin, 200 años antes de Cristo, con el fin de protegerse de los ataques de los habitantes de la actual Mongolia.

Entre el 220 dC y el siglo VII se vivió una nueva era conocida como la Edad Media, de fragmentación y confusionismo político. En el 280 se anexionaron el Estado Chin, con lo que toda China quedó unificada nuevamente hasta el 316.

Un lastre era la condición de primus inter pares del soberano, obligado a repartir grandes cantidades de tierras entre parientes y colaboradores a título de propiedad beneficial heredable. Las luchas internas surgidas, facilitaron la invasión de los pueblos bárbaros del norte que provocó la ruina definitiva de Chin aunque los invasores se dejaron influenciar por la superior civilización china y, al ser todos ellos de raza mongólica, con el tiempo su integración fue total.

En “La Cruz en Tradición, Historia y Arte e Historia”, William Wood Swymour dice respecto a China: «la cruz era reconocida como uno de los objetos más antiguos; es representada en sus pagodas, pintada sobre las lámparas usadas para iluminar los más sagrados sitios de sus templos» (p. 13).

Jean - Théophane Vénard (†1861 con 32 años), sacerdote de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París, canonizado en 1988, fue misionero en Hong Kong donde, después de negarse a pisotear la cruz de Cristo, un guardia beodo le asestó cinco golpes de espada para la decapitación. Su vida impactó a Teresa de Lisieux.

En China en el año 2006 se construyeron 3 templos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús, además de otro a Teresa de Lisieux y un 5º a san José.

200 cristian2s ante el santuario mariano en la diócesis de Fengxiang,
la misma donde las autoridades chinas arrasaron la iglesia de Qianyang el pasado 4-IV-2019
En la aldea de Tianjiajing de la provincia china de Henan, está el santuario de Ntra Sra del Monte Carmelo, erigido en agradecimiento por proteger a los misioneros durante la Rebelión de los Boxers. Es lugar de peregrinación a donde miles de personas han viajado desde su fundación en 1903 para orar y caminar por su Vía Crucis. Sin embargo desde 1987 el Gobierno había prohibido que asistiera una multitud y solo dejaba asistir a 300 personas. Luego, en la noche del 5 de junio de 2018, las autoridades locales chinas derribaron las imágenes de Cristo que estaban a lo largo del Vía Crucis.

Agustín Zhao Rong y 119 compañeros son mártires en China durante las persecuciones entre 1648 y 1930, canonizados por Juan Pablo II. En el grupo están incluidos los habidos durante la revolución de los “bóxers”, movimiento patriótico xenófobo para la lucha contra la religión extranjera y el invasor, en la que hubo 30.000 católicos asesinados. Ciertamente que los europeos iban identificándose como cristianos, y no pocos diplomáticos y empresarios abusaron sembrando cizaña y –so capa de cristianizar- crearon una red comercial para el tráfico de droga (opio), hasta entonces desconocido en la sociedad china. De los 120 mártires, 87 son chinos y 72 laicos.

Juan Gabriel Perboyre (†1840 con 38 años) fue un sacerdote francés lazarista, misionero en la provincia china de Hupeh, que sería el lugar de su martirio pues fue traicionado por un joven cristiano chino, que lo delató a un mandarín a cambio de 30 monedas de plata. Lo canonizó Juan Pablo II en 1996.

Giuseppe Freinademetz (†1908 con 56 años), sacerdote con inquietudes misioneras, se puso en contacto con el P. Arnoldo Janssen, fundador de la «Congregación del Verbo Divino» y en 1879 partió hacia China junto a otro misionero verbita. Comprendió pronto la importancia que tenían los laicos comprometidos para la primera evangelización, sobre todo como catequistas, y preparó para ellos un manual catequístico en chino. Escribía a sus familiares: «Yo amo la China y a los chinos; en medio ellos quiero morir, y entre ellos ser sepultado». Allí contrajo la tuberculosis y el tifus y murió el 28 de enero. Fue canonizado en 2003 y Benedicto XVI visitó (5-VIII-2008) su casa natalicia en Oies, cerca de Bressanone, donde pasó sus vacaciones después de la JMJ en Sidney.

Un caso único (hasta ahora) es Mateo Ricci (†1610 con 58 años) de quien Benedicto XVI escribió varias cartas en aniversario varios y una en el año jubilar en 2010 que conmemoraba el 4º centenario de su fallecimiento. De P. Ricci dijo que “dedicó largos años de su existencia a tejer un diálogo provechoso entre Occidente y Oriente (…) Su ejemplo sigue siendo hoy modelo de encuentro entre la civilización europea y la china (…) caracterizó su misión encaminada a buscar una armonía posible entre la noble y milenaria civilización china y la novedad cristiana". Ricci murió en Pekín tras trabajar allí 23 años y es el único extranjero que se permitió enterrar en tierra china.

Ante la imagen de la Virgen María medianera de todas las gracias en el palacio arzobispal de Tacloban rezó el Papa Francisco en enero de 2015. Ya en 1942 se consagró China a la Virgen Medianera de todas las gracias. Las supuestas apariciones ocurrieron en un convento Carmelita, a la postulante Teresita Castillo... y María se identificó como "Tu Madre", y como la "Medianera universal de todas las gracias", dando mensajes como en Europa pero en vez de la conversión de Rusia, la Virgen hablaba de la de China.


Queridos fieles en China –invocó el Papa Francisco en la última Aud Gral (22-V-2019)- que nuestra Madre del Cielo los ayude a todos a ser testigos de la caridad y de la fraternidad, manteniéndolos siempre unidos en la comunión de la Iglesia universal. Rezo por ustedes y los bendigo”.

domingo, 12 de mayo de 2019

JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

Dios llama a todos a la existencia y a la vida eterna


Cada IV domingo de Pascua se celebra la Jornada mundial de oración por las vocaciones que en 2019 (el 56º aniv) es el domingo 12 de mayo. Fue instituida por Pablo VI en 1964 desde la experiencia de san Aníbal Mª de Francia y para que sirva de recordatorio de que todo bautizado debe asumir este compromiso de oración. No es solamente cosa de los curas y las monjas ni se trata de rezar solamente por las vocaciones (error frecuente reduccionista) sacerdotales y religiosas. La verdad completa es reconocer que la vocación es universal, llamada de Dios a todos los hombres, pidiéndole a cada uno lo suyo, llámándolos a la existencia en esta vida terrenal y llamándolos a la vida eterna. Los sacerdotes y los religiosos, sociológicamente hablando, no son ni el 5% de los bautizados. A lo mejor deberían ser el 10%. ¿Ese otro 90% restante de bautizad@s, también tiene su vocación divina, incluyendo la vocación matrimonial.

Aníbal Mª de Francia (†1927 con 76 años). Italiano, sacerdote fundador de las Hijas del Divino Celo y de los Rogacionistas del Sdo Corazón, comprometidos a vivir el Rogate con un 4º voto para pedir por las vocaciones. Instituyó también la Pía Unión de la Rogación Evangélica para todos los fieles laicos. En su beatificación (1990), Juan Pablo II lo definió como «auténtico precursor y celoso maestro de la moderna pastoral vocacional». Fue canonizado en 2004 y Benedicto XVI (10-07-2007) bendijo su estatua colocada en el primer nicho exterior de la basílica vaticana de san Pedro, cerca del Arco de las Campanas.

Al hablar de vocación se está pensando en la sacerdotal o en la religiosa. Nadie duda de la importancia y necesidad de ell@s, pero el Concilio Vaticano II recupera la llamada universal a la santidad, olvidada durante muchos siglos, tal como enseña Jesús y recogen los evangelios. Juan Pablo II lo recordaba en su primera encíclica de 1979: “El Concilio Vaticano II, presentando un cuadro completo del Pueblo de Dios, recordando qué puesto ocupan en él no sólo los sacerdotes, sino también los seglares (…) Se trata de una verdadera renovación de la Iglesia que supone un adecuado conocimiento de la vocación y de la responsabilidad por esta gracia singular, única e irrepetible de la llamada. En base a esto tienen que construir sus vidas los esposos, los padres, las mujeres y los hombres de condición y profesión diversas, comenzando por los que ocupan en la sociedad los puestos más altos” (Redemptor hominis, 21).

Más tarde, en 1994, insistía en que para actualizar los martirologios de la Iglesia universal “se deberá trabajar por el reconocimiento de la heroicidad de las virtudes de los hombres y las mujeres que han realizado su vocación cristiana en el matrimonio: convencidos como estamos de que no faltan frutos de santidad en tal estado” (Carta ap. Tertio millenio adveniente, 37).

Benedicto XVI (Ángelus 24-01-2010) citó a Francisco de Sales (†1622 con 56 años), obispo de Ginebra, cofundador de las salesas, recordando que enseñaba la llamada universal a la santidad que es cosa de todo bautizado y en una catequesis (Aud Gral 2-III-2011) dijo que había anticipado algunas intuiciones del Vaticano II sobre los laicos y en su tiempo invitaba a vivir en plenitud la presencia de Dios en el mundo y los deberes del propio estado, lo que sonaba a revolucionario.

El papa Francisco (20-IX-2018) con motivo del 150 aniversario del fallecimiento del venerable José Frassinetti (+1868 con 64 años), párroco de la diócesis de Génova, fundador de los Hijos de santa María Inmaculada (HSMI), recibió en audiencia a miembros de esa Congregación religiosa y les pidió estrechar la colaboración entre clérigos y laicos en un momento histórico-eclesial que presenta diferentes desafíos. El Concilio Vaticano II –les dijo- ha reafirmado clara y profundamente la vocación universal de los fieles a la santidad, enraizada en la llamada bautismal. Mis predecesores han desarrollado este tema con una gran riqueza de motivaciones y creatividad de expresiones”.

Ignacio de Loyola es el fundador de la Congregación religiosa que popularmente se llama de los “jesuitas” que es una expresión del mismo san Ignacio que afirmaba el que tod@s l@s bautizad@s han de ser “jesuitas”, o sea otros Jesús, así como se dice cristian@s a l@s otr@s Cristo.

Josemaría Escrivá (†1975 con 73 años) fue un sacerdote que “vio” que Dios le pedía dedicarse a predicar a todos los hombres y mujeres la llamada universal a la santidad y que se logra en el cumplimiento de los deberes ordinarios de la vida profesional, familiar y social. Se puede ser santo en el mundo porque es lo que Dios quiere y es donde nos puso para trabajar la tierra o sea sacar este mundo adelante y con ello ganarse el cielo. Irse del mundo al desierto o al yermo es una excepción para un@s poc@s.

Antonio Rosmini (†1855 con 58 años), fue un sacerdote beatificado por Benedicto XVI y del que puede decirse que “la llamada universal de todos los cristianos, también los laicos, a la santidad», hecha por el Concilio Vaticano II, repite literalmente una frase de las máximas de perfección suyas. Antonio fue citado por Francisco junto con Juana de Arco (12-03-2015) en una homilía matutina en Sta Marta.

Francisco, también en otra homilía de la misa diaria en santa Marta, en la fiesta de san Antonio abad, el del desierto, pedía no ser cristianos “perezosos”, estacionados en la Iglesia y de paso aclaró: “cuando digo cristianos, me refiero a los laicos, a los sacerdotes, a los obispos, a todos”.

En su Mensaje para la 55ª Jornada de oración por las vocaciones de 2018, animaba a “escuchar, discernir, vivir la llamada del Señor (…) es el proyecto de Dios para los hombres y mujeres de todo tiempo”.

En la Ex. Ap. “Alegraos y regocijaos” (Gaudete et exultate, GEx, 19-03-2018) tiene escrito: “Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo (…) es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros” (GEx, 7).

Todos estamos llamados a ser santos (…) ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. ¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos. ¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús. ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales” (GEx, 14).


Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad (…) tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible, y la santidad, en el fondo, es el fruto del Espíritu Santo en tu vida” (GEx, 15).