domingo, 28 de octubre de 2018

DEL SÍNODO DE L@S JÓVENES (y 3)

Mensaje a l@s jóvenes
28 de octubre de 2018


El Sínodo de los Obispos sobre y con los jóvenes, junto con el Documento final, escribe una carta a l@s jóvenes, idea que parece ser imitación de la carta que los padres conciliares escribieron el día anterior de la clausura del Concilio Vaticano II (7-XII-1965) dirigida a la humanidad entera haciendo referencia a algunos estamentos sociales como los gobernantes, los científicos, los artistas, las mujeres, los pobres y los jóvenes.

Juan Pablo II lógicamente también se dirigió habitualmente a l@s jóvenes tanto en sus viajes pastorales por estos mundos de Dios como –entre otros muchísimos momentos- en los mensajes anuales en la Jornada mundial de la Juventud (JMJ) que empezó en 1986. El Papa polaco se fue a la casa del Padre dejando el Mensaje de la Jornada XX en 2005 que tuvo lugar en Colonia y como no pudo asistir, lo hizo su sucesor Benedicto XVI elegido tres meses antes.

En 1985, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas como Año Internacional de la Juventud, Wojtyla les escribió la Carta apostólica “Dilecti amici” (“Queridos amigos”) en la que se lee: “Vosotros sois la juventud de las naciones y de la sociedad, la juventud de cada familia y de toda la humanidad. Vosotros sois también la juventud de la Iglesia. Todos miramos hacia vosotros, porque todos nosotros en cierto sentido volvemos a ser jóvenes constantemente gracias a vosotros. Por eso, vuestra juventud no es sólo algo vuestro, algo personal o de una generación, sino algo que pertenece al conjunto de ese espacio que cada hombre recorre en el itinerario de su vida, y es a la vez un bien especial de todos. Un bien de la humanidad misma”.

También Benedicto XVI conectaba (a su manera) con l@s jóvenes a quienes dirigía el mensaje anual para la JMJ. El de 2013, que se celebró en Río de Janeiro, la escribió pocos meses antes de dimitir y asistir fue uno de los primeros compromisos asumidos por su sucesor Francisco.

Resumen del resumen ofrecido por Vatican News

El hilo conductor del Documento Final del Sínodo de los Jóvenes es el episodio de los discípulos de Emaús, narrado por el evangelista Lucas.

"Caminaba con ellos"
Todo comienza con una escucha empática que, con humildad, paciencia y disponibilidad, permita dialogar verdaderamente con la juventud, evitando "respuestas pre confeccionadas y recetas ya preparadas".

La escuela y la parroquia

Los migrantes, paradigma de nuestro tiempo
Los migrantes, "el paradigma de nuestro tiempo" son un fenómeno estructural y no como emergencia transitoria. "Acoger, proteger, promover, integrar", indicados por el Papa Francisco para una cultura que supere la desconfianza y los miedos.

Compromiso firme contra todo tipo de abuso. Luz en la verdad y pedido de perdón
Hay una amplia reflexión sobre los "diferentes tipos de abusos" (de poder, económicos, de conciencia, sexuales) cometidos por algunos obispos, sacerdotes, religiosos y laicos. Será necesario erradicar aquellas formas -como la corrupción o el clericalismo- en las que se injertan estos tipos de abusos.
No deben olvidarse, sin embargo, los numerosos laicos, sacerdotes, consagrados y obispos que se dedican cada día, con honestidad, al servicio de los jóvenes, quienes pueden ofrecer realmente "una ayuda preciosa" para una "reforma de envergadura histórica" en este ámbito.

La familia "Iglesia doméstica"
El Sínodo recuerda, en particular, el papel de los abuelos en la educación religiosa y en la transmisión de la fe, y advierte sobre el debilitamiento de la figura paterna y de los adultos que asumen estilos de vida "juveniles".

Promoción de la justicia "contra la cultura del descarte"

Arte, música y deporte, "recursos pastorales"
No subestimar las potencialidades educativas, formativas e inclusivas, de la actividad deportiva; en el caso de la música, los jóvenes tienen el deseo de una "liturgia viva", auténtica y alegre, un momento de encuentro con Dios y con la comunidad.

"Se abrieron los ojos"
La juventud puede estar "más adelantada que los pastores" y por eso debe ser acogida, respetada, acompañada. Gracias a ella, de hecho, la Iglesia puede renovarse, sacudiéndose de encima "la pesadez y lentitudes".

Misión y vocación
Cada vida es una vocación en relación con Dios, no es fruto de la casualidad o un bien privado que se gestiona por sí mismo y toda vocación bautismal es una llamada a la santidad para todos.

El acompañamiento
La Iglesia lo debe llevar a cabo a nivel personal y de grupo, en un mundo caracterizado por un pluralismo cada vez más evidente y una disponibilidad de opciones cada vez más amplia.

No a moralismos y falsas indulgencias, sí a la corrección fraterna

El arte del discernimiento

"Se fueron sin demora"
María Magdalena, primera discípula misionera, sanada de sus heridas, testigo de la Resurrección, es el icono de una Iglesia joven. el dinamismo constitutivo de la sinodalidad, es decir, caminar juntos.

Sinodalidad, estilo misionero

El desafío digital

Reconocer y valorar a la mujer en la sociedad y en la Iglesia

Cuerpo, sexualidad y afectividad

Acompañamiento vocacional

Llamados a la santidad 


El Documento se ha aprobado con 191 votos a favor y 43 en contra. Llama la atención que de 268 padres sinodales, una veintena no han votado.

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