martes, 20 de agosto de 2019

EL CLERICALISMO EN LA IGLESIA

¿Amén?

Cada 20 de agosto se hace memoria del profeta Samuel (1.110 aC), el último juez de Israel, desde que tenía 38 años de edad. En esa etapa de 200 años, la de los Jueces, así como en otras épocas de la historia del Israel de Antiguo Testamento, hubo bastantes mujeres también con una misión divina en el pueblo de Dios, que no era exclusiva y excluyente de los varones. ¿Han cambiado las cosas?

Francisco en su Carta “A toda la Iglesia universal" con motivo de la pederastia, (20-VIII-2018), escribe que “El clericalismo, favorecido sea por los propios sacerdotes como por los laicos, genera una escisión en el cuerpo eclesial que beneficia y ayuda a perpetuar muchos de los males que hoy denunciamos. Decir no al abuso, es decir enérgicamente no a cualquier forma de clericalismo”. Ellos y ellas, bautizados, no clérigos sino laicos por vocación, ¿están solamente para decir "amén"?

Benedicto XVI (Aud Gral, 2-III-2010), glosando a santo Domingo de Guzmán (†1221 con 51 años), sacerdote fundador de los dominicos, recordó que al ser nombrado canónigo reaccionó con humildad y en ese contexto cuestionó si "la carrera y el poder no son una tentación de la que no son inmunes ni siquiera quienes tienen un papel de animación y de gobierno en la Iglesia".

En junio de ese 2010 el Papa Ratzinger contestaba a una pregunta hecha en nombre de los presbíteros de Asia, por el japonés Atsushi Yamashita, durante la vigilia de conclusión del Año Sacerdotal y dijo: “Sabemos que el clericalismo es una tentación de los sacerdotes en todos los siglos, también hoy”.

Francisco, en agosto de 2018, ante los 70.000 jóvenes reunidos con él en Roma, les dijo que “el clericalismo es la perversión de la Iglesia”. La idea la va repitiendo con ocasión o sin ella, llegando a decir que es un cáncer como advirtió en octubre de 2018. Y añadía que a veces da pena cuando en una parroquia los fieles lo único que hacen es ver lo que dice el cura, y el cura deja de ser pastor para ser patrón de estancia”.

El Concilio Vaticano II recuperó la idea evangélica de los discípulos, o sea de la Iglesia iniciada por Jesucristo, y afirmó para la Iglesia universal lo que venía siendo algo de algun@s y a título personal. Fueron un verso suelto en el contexto de siglos en que los clérigos han descartado a los fieles laicos a quienes solo les compete decir “amén” y los laicos lo han permitido porque así dejan de arrimar el hombro.

Del santoral pueden sacarse algún@s que hicieron algo notable para l@s laic@s o con ell@s, otr@s alguna cosilla en comparación con la catolicidad o sea la “infinitud” de derechos – deberes de l@s laic@s.

Vivenciolo (†523), abad de Condat y obispo de Lyon, indujo a clérigos y laicos a estar presentes en el concilio de Pau. Isidoro (†636 con 76 años), obispo de Sevilla, fundó un colegio para la formación del clero y los laicos. Beda “el venerable” (†735 con 62 años), benedictino inglés, teólogo investigador (comparado a Isidoro de Sevilla), protestó por el excesivo número de fundaciones monásticas de laicos que se hacían en su tiempo pues debilitaban los recursos militares del Estado. Su tiempo es un momento de muy bajo nivel cultural del continente europeo.

Tomas Moore
Norberto (†1134 con 54 años), obispo de Colonia, fundó los premonstratenses, monjes dedicados a formar a los laicos; se dijo que desde tiempos apostólicos no se había reunido tanta muchedumbre para recibir formación. Tomás Moore (†1535 con 57 años) se tiene por pionero del apostolado de los laicos; fue diputado de los comunes, portavoz del Parlamento, consejero de Enrique VIII y Canciller de Inglaterra. Cayetano de Thiene (†1547 con 67 años), sacerdote que se dedicó a revitalizar la vida cristiana con sus fundaciones para los laicos. Entre ellas lo que fueron los Montes de piedad.

Francisco de Sales (†1622 con 56 años), obispo de Ginebra, animaba a los laicos a santificarse en el mundo. Benedicto XVI lo citó (Ángelus en 2010) recordando que enseñaba la llamada universal a la santidad que es cosa de todo bautizado y en una Audiencia Gral (03-02-2011) lo glosó diciendo que anticipó algunas intuiciones del Vaticano II sobre los laicos. Antonio Rosmini (†1855 con 58 años), presbítero beato de quien se afirma que «la llamada universal de todos los cristianos, también los laicos, a la santidad», hecha por el Concilio Vaticano II, repite literalmente una frase de sus máximas de perfección.

Juan Pablo I
Es ingente el listado de instituciones que antes o después han dado cabida a una rama o sección para los laicos que quieren vivir esa espiritualidad no laical, los modos y maneras de l@s religios@s. El entonces cardenal de Venecia, Albino Luciani, poco antes de ser Juan Pablo I, dijo que ni Francisco de Sales fundó una institución propiamente laical, para los laicos, con los laicos, sin imitar a los no laicos o no seglares o sea regulares, que se atienen a una Regula (Regla). Dijo entonces Luciani que solamente  Josemaría Escrivá (+1975 con 73 años) había fundado una institución con espiritualidad laical, el Opus Dei,  y en la que los sacerdotes de la Obra -que automáticamente constituyen la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz-, son necesarios «para ayudar a los miembros laicos de una y otra Sección, en sus labores apostólicas».

Giuseppe Freinademetz (†1908 con 56 años), era un sacerdote de la «Congregación del Verbo Divino» que partió hacia China y comprendió pronto la importancia que tenían los laicos comprometidos para la primera evangelización, sobre todo como catequistas. Benedicto XVI visitó (5-VIII-2008) su casa natalicia en Oies, cerca de Bressanone, donde el Papa emérito pasó sus vacaciones después de la JMJ en Sidney. El Movimiento “Regnum Christi” es la rama laica de la Congregación de “los legionarios” (Legión de Cristo), con cerca de 40 mil laicos. El 31 de mayo de 2019 el Vaticano aprobó la Constitución de la “Federación Regnum Christi”, conformada y gobernada de forma colegial por los Legionarios de Cristo, las Consagradas y los Laicos Consagrados. Pedro Poveda (†1936 con 62 años) fue un sacerdote que fundó la Institución Teresiana (las “teresianas”) con una propuesta pedagógica con la participación de los laicos, de modo especial la mujer. La Milicia de Santa María” fue aprobada por la Santa Sede (7-IV-2009) como asociación privada internacional de fieles laicos.

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