martes, 2 de junio de 2015

MUJERES EN LA IGLESIA: UN RETO


Mujeres en la Iglesia:
un desafío que ya no puede posponerse
 

Me hago eco del artículo de Marisa Noriega, de hoy en RD sobre el Congreso:"Mujeres en la Iglesia: perspectivas en diálogo" que el martes 28 de abril, se llevó a cabo en la Pontificia Universidad Antoniana de Roma.
Mónica Jiménez la segunda por la derecha

Dicho encuentro se realizó gracias a la iniciativa de dos mujeres: la Hermana Mary Melone (primera mujer rectora de dicha Universidad) y la embajadora de Chile ante la Santa Sede, la Sra. Mónica Jiménez de la Jara.

La Hermana Mary Melone concluyó la jornada afirmando que: "ya es hora que la Iglesia deje de hablar de la mujer y se disponga a hablar con las mujeres". Antes de concluir –dijo-, quiero compartir brevemente mi apreciación en torno al Congreso.
Considero que éste, es un hecho sin precedentes, ya que se llevó a cabo en Roma, dentro de una instancia pontificia, y en dónde estuvieron representantes de alrededor de treinta países. Nos reunimos mujeres y hombres, laicas y laicos, religiosas y religiosos, novicias y seminaristas, profesoras y profesores de las más variadas disciplinas, teólogas y teólogos, diplomáticas y diplomáticos. Las organizadoras y organizadores coincidieron en que, eventos como éste, tienen que repetirse en un futuro no lejano.

Sor Mary Melone
La Hermana, planteó varios interrogantes:
1. ¿Cómo ampliar los espacios para las mujeres dentro de la Iglesia?
2. ¿Cómo contribuir para que ellas ocupen roles en la toma de decisiones?
3. ¿Cómo hacer para que la riqueza de su pensamiento sea reconocida y valorada?
4. ¿Qué podemos hacer para que la teología elaborada por ellas desde hace décadas, esté presente en los círculos oficiales del mundo teológico?
Respondiendo a estas inquietudes, la Hermana apuntó que éstos y otros cuestionamientos no se resuelven tan sólo haciendo cambios funcionales.

Card. Gianfranco Ravasi
El Cardenal Gianfranco Ravasi, Presidente del Consejo Pontificio de la Cultura y de la Comisión Pontificia de Arqueología Sacra en el Vaticano, dirigió unas palabras a manera de saludo, aduciendo que, "siempre un saludo, es una reflexión personal". El Cardenal reconoció que la presencia de la mujer a lo largo de la historia ha sido invisibilizada y hasta humillada.

Cettina Militello desarrolló la conferencia magistral, cuyo título fue: "Modelos pasados: desafíos actuales". Subrayó, que para comprender la situación actual de las mujeres, y su proyección hacia el futuro, son necesarias dos cosas: reconducir los modelos del pasado y abrirse a un diálogo intercultural lo cual supone afirmar lo contrario del Cardenal Ravasi que dijo de olvidar o esconder en el baúl de los recuerdos el pasado.
Maestra Cettina
La mujer se mantiene subordinada a lo largo de la historia y por ello excluida y Cettina definió el modelo occidental de la Iglesia Católica, como modelo eurocéntrico que yo también veo que hay que superar para que la Iglesia sea de verdad católica, universal. Empleó la metáfora de la diversidad de lenguas escuchadas en Pentecostés, para preguntarse, ¿cuál es la lengua que debe vehicular la voz de las mujeres de los otros continentes? ¿Cuál es el ejercicio de corresponsabilidad que se les presenta en el horizonte de sus iglesias? ¿Cómo incluir sus voces y reconocer la gran diversidad cultural en el quehacer teológico? Es urgente superar los modelos culturales occidentales, promoviendo un diálogo intercultural y liberando del colonialismo a otras culturas.
Yo creo que el Espíritu lo quiere, lo desea y lo promueve.


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